¡5 sorprendentes razones por las que tu perro tiene hambre TODO el tiempo!

¡5 sorprendentes razones por las que tu perro tiene hambre TODO el tiempo!

 

Apenas tu perro ve algo de comer, inmediatamente los ojos se le abren, se le ponen brillosos y muestran una alegría que es muy particular. Y sí... es que los perros aman comer. 

Difícilmente veremos un perro que no se entusiasme con la comida, puede que algo no le guste, pero es innegable la emoción que sienten cuando ven algo que puede significarles un snack o bocado de algo.

Y es que según estudios, esto puede tener que ver con su evolución: si observamos a los lobos, sus parientes más cercanos, cuando tienen comida disponible realmente se dan unos festines y la razón es que en la naturaleza pueden pasar algunos días sin comer. Cuando hay épocas de escasez, los lobos pueden optar por almacenar alimentos y carroñar.

¿Cómo se refleja esto en los perros? Pues podemos ver comportamientos similares cuando nuestros perri-hijos entierran huesos en el jardín, cuando buscan hurgar en la basura o velan la comida. A pesar de que son animales domesticados y no les hace falta nada en casa, son comportamientos heredados e instintivos.

Tristemente, también sucede que si un perrito es rescatado guarden recuerdos del hambre que pasaron así que cuando ven una oportunidad de comer, lo hacen a grandes cantidades ya que todavía no entienden que la comida es algo que ya no les faltará.

Pero, ¿Qué pasa si un perro está obsesionado con la comida?¿Es eso posible? En Pancho's Kitchen investigamos a fondo este tema y te contamos 5 sorprendentes razones por las que tu perro tiene hambre TODO el tiempo.

Mi perro siempre tiene hambre, ¿por qué?

A pesar de que es normal que los perros siempre tengan hambre, lo que no es normal es cuando tiene un hambre excesiva o demuestre una obsesión anormal por comer. A pesar de que las razones pueden ser muchas... desde algo relativamente sencillo como que la alimentación que recibe tu perro actualmente no está cubriendo sus necesidades nutricionales, también existe la posibilidad de que tu perri-hijo tenga algún problema médico que le provoque hambre excesiva, sin importar cuánto coma.

4 enfermedades que pueden causar hambre excesiva en tu perro

  1. Diabetes: en la actualidad, la diabetes tipo 2 se ha vuelto muy común en los perros, especialmente en aquellos que se acercan a la vejez. La razón principal de esta enfermedades se debe al estilo de vida sedentaria que hace que el cuerpo produzca cada vez menos insulina o resistencia a la insulina, que significa que el cuerpo no pueda usarla de manera eficiente.
    Además, la obesidad es una de las razones principales por las que las mascotas desarrollan esta enfermedad.
    A nivel nutricional, tu perro no necesita consumir una cantidad elevada de carbohidratos, sin embargo la mayoría de comidas secas y ultraprocesadas pueden tener en sus recetas hasta un 80% de carbohidratos, algo totalmente innecesario ya que más adelante estos carbohidratos se convertirán en azúcar en el cuerpo de tu perro y este exceso es el que puede desencadenar la diabetes.
    Otra razón por la que un perro puede desarrollar diabetes es por la falta de ejercicio y actividad. Los paseos y el juego son vitales para un perro para su salud física, mental y emocional.

  2. Hipertiroidismo: A pesar de que esta condición es mucho más común en los gatos que en los perros, existe un pequeño porcentaje que lo pueden padecer.
    Se desarrolla principalmente por un tumor tiroideo agresivo que produce la hormona tiroidea en exceso. Aspectos como la temperatura corporal, el ritmo cardíaco y los hábitos alimenticios dependen, en gran parte, de un nivel óptimo de la hormona tiroidea.
    Por lo general, las mascotas que tienen problemas de tiroides tienden a perder peso a pesar de tener hambre todo el tiempo. Igualmente toman muchísima agua y orinan más de lo normal, esto también se puede ver acompañado de un ritmo cardíaco rápido y vómito. Es importante saber que cuando el hipotiroidismo no se trata a tiempo puede ocasionar insuficiencia cardiaca y renal.

  3. Insuficiencia pancreática exocrina: además de producir insulina, el páncreas también produce enzimas que ayudan a la buena digestión de los alimentos, por eso esta condición también es conocida como el síndrome de mala digestión.
    Estas enzimas que produce el páncreas son muy importantes para la digestión porque permiten la absorción de los nutrientes por las células del intestino, donde pasan a la sangre para ser distribuidos por todo el cuerpo para el beneficio de los tejidos. Cuando un perro tiene insuficiencia pancreática exocrina significa que el páncreas no produce la cantidad necesaria de enzimas y por ende las proteínas, los almidones y las grasas no se descomponen lo suficiente para ser absorbidos por el intestino.
    Si no se trata, un perro con esta enfermedad puede morir de hambre sin importar la cantidad de comida que coma.

  4. Síndrome de Cushing: es una enfermedad de produce exceso de cortisol liberado por las glándulas suprarrenales. 
    Cuando un perri-hijo está sano, sus glándulas suprarrenales liberan cortisol intermitentemente y en pequeñas cantidades como una respuesta al estrés. Pero, si por alguna razón, el cuerpo de tu perro no regula la demanda de cortisol, las glándulas suprarrenales producirán esta hormona en exceso, conduciendo a un estado de toxicidad y de estrés crónico. El hambre extrema es uno de los síntomas más evidentes del síndrome de Cushing.

La alimentación: otra razón por la que tu perro puede tener hambre todo el tiempo

Hoy en día, la mayoría de las marcas que producen alimento seco (ultraprocesado) agregan gran cantidad de granos, almidones y fibras a sus recetas para abaratar costos y también hacer que los perros se sientas llenos... ojo, llenos... no alimentados.

Al no contar con una nutrición real, los requerimientos biológicos de tu perro no están siendo atendidos, así que cuando estos ingredientes reemplazan la verdadera proteína que tu perro necesita, él puede empezar a buscar de manera insistente y obsesiva los aminoácidos y nutrientes derivados de la carne que no están presentes en su comida.

Además, cuando un perro consume cantidades elevadas de fibra, es posible que no se absorban bien los nutrientes en el intestino delgado.

Cuando existe una deficiencia crónica de los nutrientes, los perros pueden desarrollar una sensación de hambre constante y por ende empezarán a "velar comida", así como hurgar basureros, buscar sobras y comer cosas inadecuadas para ellos.

Al contrario, si tu perri-hijo consume alimentos naturales y nutricionalmente balanceados, es poco probable que sufran de desnutrición. Al contrario, sus ganas de comer mucho será porque el sabor le encanta y recibe lo que su cuerpo necesita para un buen desarrollo.

¿Cómo tratar a un perro obsesionado con la comida?

Si has llevado a tu perri-hijo al veterinario para una revisión y determina que está comiendo bien y que recibe los nutrientes adecuados, es probable que entonces busque comida sin cesar por un comportamiento aprendido. 

En este punto es importante analizar si has reforzado algún hábito en él que lo hace pedir comida de manera insistente.

Consejos para evitar que tu perro pida comida

Estos son algunas recomendaciones que puedes tomar en cuenta para que tu perri-hijo no pida comida:

  • No le hagas caso cuando pida comida: ya lo sabemos, verlo parado al pie de la mesa mientras los demás comen, con carita de "yo no fui" es de lo más tierno del mundo. Pero es necesario que dejes de incentivar esa conducta si quieres que deje de hacerlo.

  • Utiliza su amor por la comida como una forma de entrenamiento: puedes hacer sesiones cortas de entrenamiento para que tu perri-hijo aprenda nuevas órdenes y trucos. Cuando él entienda que si hace algo de lo que tu pides recibirá un premio o snack, empezará a seguir órdenes. Claro está que debes controlar la cantidad y porciones de los snacks para no excederte.
  • Sustituye su necesidad constante de alimento: esto quiere decir que pueden distraerlo para evitar que siempre esté buscando alimento. Caminatas o paseos largos, sesiones de juego, actividades nuevas y más son excelentes alternativas que distraerán a tu perri-hijo.

En conclusión, está bien que ames y consientas a tu mascota, pero no debes incentivar conductas que no son saludables para él.
Uno de los actos de amor más grandes que puedes hacer por tu perro es canalizar su energía de manera adecuada a través del entrenamiento, tiempo de calidad, juegos y ejercicio. 

Por supuesto, si sospechas que el hambre de tu perro no es normal, llévalo a chequeo veterinario para que te puedan dar un diagnóstico adecuado.

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