Erliquia: todo lo que necesitas saber sobre esta enfermedad

Erliquia: todo lo que necesitas saber sobre esta enfermedad

 Todas las mamás y papás de perri-hijos, especialmente si vivimos en Panamá, nos hemos enfrentado al temor de que nuestra mascota se pueda enfermar. Al vivir en un clima húmedo y tropical, nuestras mascotas son más propensas a ciertas enfermedades ya que es el clima perfecto para cientos de parásitos y bacterias entre ellas las garrapatas que pueden transmitir una de las enfermedades más temidas por muchos: la erliquia.

¿Qué es la erliquia?

La erliquia, erliquiosis o ehrlichiosis canina es una enfermedad infecciosa provocada por una bacteria llamada Ehrlichia canis, que afecta en su mayoría a los perros. Pero, ¿Qué tienen que ver las garrapatas en esto? Pues las garrapatas funcionan como un vector o un transportador de esta bacteria y es a través de las garrapatas que los perros pueden contraer erliquia.
Una vez que la bacteria entra al organismo del animal, se desarrolla dentro de sus glóbulos blancos, afectándolos y produciendo diversos síntomas que pueden afectar la médula ósea y el sistema inmune de los perros.
Si la erliquia es detectada y atendida a tiempo no representa ningún peligro y únicamente conlleva un tratamiento con antibióticos de algunas semanas. Pero si la enfermedad avanza sin atención se puede volver un problema serio que, en el peor de los casos, puede provocar la muerte del animal. Desde Pancho's Kitchen queremos contarte más sobre esta enfermedad para que puedas estar alerta de sus síntomas y sepas qué hacer en caso de una sospecha de erliquia en tu perro.

¿Cuáles son los síntomas de la erliquia?

Para hablar de los síntomas, es importante entender primero que la erliquia tiene fases y que en cada una de ella se puede presentar síntomas diferentes.

Una vez que la bacteria entra al cuerpo del perri-hijo, puede demorar entre 8 y 20 días incubándose para convertirse en un parásito intracelular que vivirá en los glóbulos blancos de la mascota. Cuando se haya producido esta incubación, la erliquia tiene 3 etapas o fases:

FASE AGUDA: 

Esta etapa se presenta entre las 2 y 4 semanas de infección. Dentro de los síntomas más comunes están:

  • Decaimiento
  • Fiebre
  • Cambios de comportamiento sin razón 
  • Pérdida de peso
  • Anorexia
  • Hemorragias
  • Problemas de coordinación al caminar
  • Convulsiones (en algunos casos)

Cuando la erliquia es detectada en esta fase, hay muy buenos pronósticos de recuperación, pues están a tiempo de tratar la enfermedad sin que deje mayores secuelas. Uno de los principales métodos para detectar la erliquia es a través de un hemograma completo ya que aquí el médico veterinario podrá ver los porcentajes de glóbulos blancos.

Si los síntomas se pasan por alto y el perro no es diagnosticado y atendido a tiempo, pasará a la siguiente fase:

FASE SUBCLÍNICA:

 Esta etapa puede durar entre 1 y 4 meses hasta varios años, todo dependerá de cómo el sistema inmune del perro sea capaz de luchar contra el parásito. En algunos casos es posible que el perro elimine por sí mismo en parásito, sin embargo la mayoría de los animales pasarán a la etapa crónica.

Durante esta fase el perro recupera el peso perdido y vuelve a su estado de ánimo habitual, por lo que se le considera como un período asintomático. Aunque no enferme, sí puede seguir trasmitiendo la bacteria a través de las garrapatas.

FASE CRÓNICA:

Para llegar a esta fase pueden pasar meses o incluso años, al igual que en la fase subclínica. Durante esta etapa el perro puede presentar algunas alteraciones en su peso o hemorragias pequeñas, señales que pueden parecer irrelevantes. En otros casos, el perri-hijo puede predentar síntomas que evidencian que el parásito a afectado la médula ósea y el sistema nervioso, con condiciones como:

  • Hemorragias que pueden presentarse en la nariz, las encías o el recto.
  • Descenso de las plaquetas que ocasiona debilidad y pérdida del apetito.
  • Fiebre.
  • Anemia.
  • Meningitis.
  • Inflamación en las articulaciones o los ganglios.
  • Cojera producto de la inflamación de las articulaciones.

Dependiendo de la etapa en la que sea diagnosticado el animal habrá una mayor posibilidad de recuperación sin secuelas, sin embargo en algunos perri-hijos será imposible revertir algunos síntomas. Es importante estar al tanto del nivel plaquetario del perro, pues un descenso importante podría comprometer su vida. Igualmente hay que saber que no todos los perros presentan las mismas señales lo que puede dificultar el diagnóstico de la condición, sin embargo si tu perro ha sido recientemente picado por garrapatas y tras algunas semanas notas una o varias de estas señales, es importante acudir al veterinario.

¿Cómo se diagnostica la erliquia en perros? 

Los síntomas de la erliquia pueden variar notablemente dependiendo de la edad del perri-hijo, su raza y su estado de salud general, lo que puede dificultar el diagnóstico. Sin embargo algunos datos, además de la sintomatología, podrán ayudar al veterinario a sospechar de esta condición, por ejemplo:

  • Saber si el perro ha estado expuesto a las garrapatas recientemente o hace algunos meses. Si pasea mucho en el campo, en parques o está en contacto con otros animales en espacios abiertos, es importante hacerlo saber.
  • Conocer el entorno en el que habita y con el que interactúa. Esta condición es más común en los climas cálidos y húmedos.
  • Explicar con detalle todos los síntomas que ha tenido tu perri-hijo, mientras más específico seas más simple será el diagnóstico.

Una vez que su veterinario disponga de la información necesaria podrá optar por realizar un examen de sangre (hemograma) para detectar señales como anemia, plaquetas bajas o problemas con la médula ósea.

¿Hay tratamiento?

Sí, y suele ser muy eficaz si se trata en la fase aguda. El tratamiento, en todas las fases, es la doxiciclina, un antibiótico que puede acabar con la E. canis en unos 15 días, pero que se recomiendan tratamientos de al menos 21 días.

Las infecciones en fase aguda remiten rápidamente, en las fases subclínica y crónicas también es eficaz, pero el pronóstico es peor. Además, es probable que el tratamiento se complemente con suplementos de vitaminas y minerales debido a la presencia de anemia durante la enfermedad, o que el perri-hijo necesite incluso trasfusiones de plasma. Es probable que una vez finalizado el tratamiento, el veterinario realice otra prueba de sangre para verificar que el tratamiento ha funcionado y que tu perri-hijo ya se encuentra bien. 

En la actualidad no existe ninguna vacuna contra la erliquia, por eso es importante tener en cuenta las medidas preventivas para evitar el contagio de esta condición.

¿Cómo se previene?

Dado que no existe vacuna y es una enfermedad de difícil diagnóstico, especialmente en la fase subclínica, y porque comparte síntomas con otras enfermedades, lo mejor es la prevención, es decir, evitar que los perros sean picados por las garrapatas. Para ello, podemos tomar algunas precauciones, como:

  • Revisa a tu perri-hijo antes y después de salir de paseo.
  • Evita pasear por zonas húmedas y con muchos matorrales, especialmente en temporada de garrapatas.
  • Cepíllalo con frecuencia aún si tiene pelo corto.
  • Apóyate en productos como pipetas, sprays o collares especiales para repeler garrapatas.
  • Realiza una desinfección ambiental para el control de garrapatas en los lugares donde pase tiempo el perro, como cama o el jardín.

Vigilar el entorno y a nuestra mascota, no sólo nos permite evitar enfermedades como la erliquia sino también otras como la Babesia, la enfermedad de Lyme o la anaplasmosis, todas ellas transmitas por este parásito.

Siempre prevenir será la mejor alternativa para cuidar la salud de tu mascota. Pasos tan sencillos como revisar su pelaje, desinfectar su camita y llevarlo a sus revisiones de rutina son la mejor manera de mantenerlo sano y feliz.

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