Perros y ruidos fuertes, ¿Cómo ayudarlos?

Perros y ruidos fuertes, ¿Cómo ayudarlos?

Aunque no pasa en todos los perri-hijos, hay algunos que se ponen nerviosos y tienen miedo de los ruidos fuertes y repentinos como la pólvora, las tormentas, el ruido de las bocinas de los autos… e incluso con sonidos más cotidianos como el sonido de la aspiradora.

Las fobias a los ruidos fuertes no son extrañas entre los perros, pero hay que saberlas tratar a tiempo para evitar problemas ansiedad que se pueden manifestar en el destrozo de muebles y objetos, miedo irracional e incluso protagonizando riesgosas huidas para esconderse.

En este blog te vamos a contar algunas de las razones por las que tu perri-hijo puede tener miedo a estos ruidos, y lo más importante, ¿cómo lo puedes ayudar?

De acuerdo a la Asociación Sociedad Humana, centrada en la defensa de los animales, muchos de estos temores del perro al ruido pueden aparecer incluso cuando el animal no ha sufrido una situación traumática asociada a ese sonido fuerte. Sin embargo, en otros casos, si puede ser el resultado de una experiencia traumática.”

A esto también hay que sumarle la forma en la que manejamos esta situación con nuestro perri-hijo. Por ejemplo, regañarlo por esconderse o sentir temor o, al contrario, sobreprotegerlo y abrazarlo exageradamente solo va a reforzar ese miedo y comportamiento.

Otra cosa importante que debemos recordar para entender un poco más este temor de nuestro perri-hijo, es que ellos tienen una sensibilidad auditiva mucho más profunda que la nuestra. Lo que nosotros podemos percibir como un sonido “normal”, ellos lo escuchan mucho más fuerte. Así que debemos ser comprensivos a la hora de verlo asustado y saber manejarlo de la mejor manera.

 

Causas del miedo a los ruidos fuertes:

De acuerdo a la Dra. Karen Becker los perros pueden padecer fonofobia o miedo a los ruidos fuertes por las siguientes razones:

  1. Falta de costumbre: Cuando un perro escucha un sonido novedoso pero repentino o desconcertante y no comprende su origen o que este sonido no tiene consecuencias, puede desarrollar temor al mismo.
  2. Pérdida de un hábito inducido por el estrés: Si un perro se encuentra en una situación de estrés y en ese preciso momento ocurre un sonido ambiental que lo puede alterar aún más, va a generar en él un estrés mayor y un miedo a ese sonido que escuchó. Ya que no pudo hacerle frente en ese momento.
  3. Repetición: Un perro puede estar expuesto a un sonido de manera frecuente y convertirse en algo insoportable para él. En lugar de ignorarlo, puede volverse más sensible al mismo y, por ende, desarrollar miedo hacia ese sonido.
  4. Transferencia social: Esto quiere decir que un perro puede APRENDER a tenerle miedo al ruido ya sea porque hay otro perro en el hogar que lo tiene o incluso por nosotros mismos. Si nos asustamos, gritamos o brincamos cada vez que escuchamos un ruido fuerte, no dudes que tu perro va a aprender ese comportamiento.
  5. Experiencia traumática: Si le sucedió algo en el pasado, esto puede traumar a tu perri-hijo. Esto pasa especialmente con los perritos rescatados de la calle, ya que están constantemente expuestos a peligros y situaciones que les pueden generar algún trauma.
  6. Genética: Algunos razas de perros son más sensibles a los sonidos que otras.

Tipos de sonidos que lo pueden asustar:

Los sonidos más frecuentes que suelen asustar a nuestros perri-hijos se dividen en 3 grupos:

  1. Ruidos cortos y repentinos: Música, conversaciones, gritos, sonido de los pitos de los carros.
  2. Ruidos Intensos: Fuegos artificiales, truenos, disparos, motores.
  3. Ruidos prolongados: Aspiradoras, sirenas de ambulancia, licuadora.

 

Peligros asociados al miedo a los ruidos fuertes:

Cuando un perri-hijo se pone nervioso o alterado por un ruido fuerte, su instinto lo va a llevar a buscar un refugio, es aquí cuando corre el riesgo de escapar o hacer alguna maniobra peligrosa dentro del hogar. También se puede manifestar a través de comportamientos destructivos.

 

La increíble habilidad de los perros para anticipar el ruido:

Sí… ¡así como lo lees! De acuerdo a un estudio realizado por los etólogos de la Universidad Autónoma de Barcelona, tres de cada diez perros aprenden a prever la llegada de ese ruido que les provoca temor.

“El 30% de los perros es capaz de anticipar que en su entorno van a ocurrir los estruendos a los que le tiene fobia y expresan angustia incluso antes de oírlos a través de temblores y tendencia a huir del lugar en donde están.”

 

Ayuda a tu perri-hijo ante los sonidos fuertes con estos sencillos pasos:

  • Crea una zona de seguridad: Al igual que te contamos en nuestro blog sobre cómo calmar a tu perri-hijo durante las tormentas eléctricas. Hacer un espacio tranquilo y seguro para él, será de gran ayuda para cuando pueda estar asustado a raíz de un sonido fuerte o estrepitoso. Lo importante aquí es elegir un lugar de tu casa que sea lo más silencioso, oscuro y pequeño posible y ponerle su camita, así como algunos juguetes. De esta forma. Cuando tu perri-hijo pueda estar asustado sabrá que tiene un “refugio” al cual acudir.
  • Si este espacio seguro es su kennel o una casita, mantén la entrada libre: Lo ideal es no obstaculizar la entrada o cerrarlo porque esto puede tener un efecto negativo en tu perri-hijo. Si ya de por sí está asustado, sumando la sensación de encierro solo puede empeorar su miedo.
  • Mantén la calma: Como sabes, los perros son muy perceptivos a nuestras emociones. Por eso es importante mantener la calma ante situaciones con ruidos repentinos. Si nosotros nos asustamos, ellos van a asociar ese sonido con algo negativo. Si vemos a nuestro perri-hijo con miedo, lo mejor es tratar de transmitirle nuestra calma.
  • No fuerces su salida o lo expongas al sonido que lo asusta: respeta sus tiempos y su proceso, deja que él salga de su sitio seguro cuando se sienta listo.
  • Utiliza productos anti estrés: En el mercado existen productos a base de lavanda, pasiflora y otros ingredientes naturales que pueden ayudar a relajar a tu perri-hijo. Ya sea en forma de aromaterapia, aceites esenciales o collares, cualquiera de ellos puede ser una ayuda adicional para ayudarlo a atravesar su temor.

¿Qué hacer si la fobia a los sonidos fuertes en tu mascota ya está establecida?

Ya sea por genética, algún evento traumático o cualquiera de las razones que te mencionamos anteriormente, si tu perri-hijo tiene un miedo inevitable a los sonidos fuertes, es mejor que consultes con un especialista en conducta animal.

Existen terapias que pueden ayudar a tu perri-hijo para superar este miedo. Las más conocidas son:

  • Terapia de habituación y desensibilización: Esta terapia consiste en habituar a la mascota a ese ruido que le ocasiona miedo. Ojo, no es exponerlo ante el sonido, más bien consiste en poner ese sonido en un volumen muy, muy bajo e irlo subiendo poco a poco, buscando que el perro lo normalice y no se altere cuando lo escuche. Requiere de mucha paciencia, pero es una terapia que puede ayudar a tu perri-hijo a superar su miedo.
  • Contracondicionamiento: La mayoría de veces que tu perro se asusta es porque lo relaciona con algo negativo. Por eso se puede trabajar una terapia de contracondicionamiento, asociando ese sonido con algo positivo.

Tu veterinario o especialista en conducta animal, podrá darte más detalles y recomendarte un plan de trabajo en función del caso específico de tu perri-hijo. Él, mejor que nadie, podrá darte una recomendación adecuada.

Para finalizar, sea cual sea la forma en que apoyes a tu perri-hijo a vencer este miedo a los ruidos fuertes, requiere de tu compromiso, amor, paciencia y perseverancia. De esta forma podrás lograr que tu mascota sea sana, feliz y estable.

 

¡Gracias por leernos! No dudes en compartir esta valiosa información con tus amigos.

 

 

 

 

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