5 señales de alerta que indican un problema alimenticio en tu gato

5 señales de alerta que indican un problema alimenticio en tu gato

En nuestros blogs anteriores ya hemos hablado de un problema que ha ido creciendo en Panamá: la obesidad felina. Se ha dicho las razones principales como el exceso de alimentación, la falta de ejercicio, el sedentarismo y la calidad del alimento.

¿Pero qué pasa cuando tu gati-hijo no quiere comer? En el blog de hoy te contamos 5 señales de alerta que indican un problema alimenticio en tu gato.

Si estando en casa, notas que tu gato deja su comida o no demuestra mayor interés en comer, sin duda alguna puede ser una señal de que algo anda mal desde el punto de vista médico, conductual o ambiental. Cuando cambian los hábitos alimenticios de un gato (y de cualquier mascota en general) es importante investigar la causa. Muchas veces no se trata de que esté enfermo sino que pueda estar pasando por un episodio de estrés o ansiedad debido a causas externas. Por eso es importante siempre poner atención al comportamiento de nuestras mascotas de manera constante.

 

¿Qué pasa si mi gato deja de comer?

Si tu gato muestra falta de apetito y deja de comer por más de un día, ya se puede considerar una emergencia médica.

La falta de apetito en los gatos se puede clasificar de 3 formas:

  1. La anorexia es una falta total de consumo de alimentos y agua. En este caso, tu gati-hijo se niega a comer o beber durante más de un día. Rechaza todo tipo de alimentos por más tentadores que estos puedan ser.
  2. La hiporexia es cuando los gatos, en este caso, dejan de comer parcialmente sus alimentos. Es decir, sí comen pero en una cantidad mucho menor.
  3. La disrexia es una alteración del apetito normal o sus hábitos alimenticios. Esto sucede cuando, por ejemplo, un gato se niega a comer su comida pero se come la del perro o come otro tipo de cosas que no son parte de su dieta regular.

Cuando un gati-hijo deja de comer corre el riesgo de padecer lipidosis hepática felina, mejor conocida como la enfermedad del hígado graso. Es por eso que si tu gati-hijo pasa más de un día sin comer, es necesario que lo lleves al veterinario de inmediato. Incluso si notas que aún come pero su pérdida de apetito es parcial, nunca está de más contar con la evaluación de un experto para descartar cualquier problema o en todo caso, brindarle atención tempranamente. 

Sobre las razones por las cuales tu gato está dejando de comer, poco te podemos decir… ¡Y es que pueden muuuuchas causas! Es por eso que tu veterinario debe hacerle un examen físico y algunas pruebas si son necesarias para poder tener un diagnóstico acertado y dar con la raíz del problema. Las razones pueden ir desde estrés, ansiedad, hipertensión, niveles elevados de potasio en la sangre, anemia, entre otras causas. Por eso lo mejor es contar con la opinión de un experto.

Al identificar la razón por la cual tu gati-hijo no está comiendo, se determinará el tratamiento adecuado para lograr que tu mascota recupere su apetito hasta llegar a la normalidad.


¿Cuáles son las 5 causas más comunes para que un gato deje de comer?

  1. Ansiedad: De acuerdo a expertos en comportamiento animal, la ansiedad puede ocasionar trastornos alimenticios en los animales, en este caso los gatos. Al notar que tu gati-hijo deja de comer, antes de pensar que está enfermo, hay que analizar si hubo algún cambio en su entorno que lo haya podido estresar o haberle ocasionado ansiedad: una mudanza, la llegada de alguien nuevo a la familia (un recién nacido, por ejemplo), otro gato, algún aroma fuerte, cambio de lugar en donde come, cambio de alimento, etc.

  2. Comer con otros gatos: muchos dueños creen que es de lo más bonito que los gatos coman cerca unos de los otros en el mismo lugar. Pero la verdad es que a los felinos les gusta comer en solitario, incluso aquellos que se llevan bien con los otros gatos de la casa.
    Y es que los gati-hijo pueden tener episodios de estrés por el hecho de verse obligados a comer en un entorno grupal. La situación crea tensión pero los gatos suelen reprimir su estrés para conseguir la comida. Al reprimir su estrés también se pueden frustrar y esto se puede llegar a manifestar en una relación negativa con la comida y por ende dejarla de comer.
    OJO, lo contrario puede ocurrir con gatos que temen que la comida se termine. En su caso lo que va a suceder es que, al contrario de la falta de apetito, van a comer en exceso ocasionando regurgitación y obesidad a largo plazo.

  3. Calidad del alimento: Cuando la comida de tu gato no le está aportando los nutrientes que requiere o no le resulta agradable comerla, probablemente pueda pasar que la dejara de comer o le costará hacerlo. Y esto lo notarás enseguida ya que verás que no come a gusto o empieza a dejar la comida por varias horas en su platito.

  4. Letargos, vómito y diarrea: Si tu gati-hijo empieza a presentar algunos de estos síntomas, necesitas llevarlo al veterinario ya que es muestra de que puede estar padeciendo algún tipo de enfermedad. Es importante que reciba atención veterinaria oportunidad para obtener un diagnóstico acertado y a tiempo para poder tratarlo y que se recupere favorablemente.

  5. Ambiente incómodo: Los gati-hijos son animales privados. Para ellos, la hora de la comida es un momento especial, por decirlo de alguna manera. Por eso, si su platito de comida se encuentra en un sitio donde pasa mucha gente o hay mucho ruido, probablemente esto lo va a desanimar de comer o a comer en intervalos de tiempo. A la larga esto le puede afectar porque no se va a sentir cómodo en su espacio.

¿Qué puedo hacer para incentivar un apetito saludable en mi gato?

Si la falta de apetito de tu gati-hijo se deben a situaciones externas (entorno, estrés, ansiedad) y no a una enfermedad (que si es este el caso, deberás seguir las recomendaciones del médico veterinario), te compartimos estos tips para promover un ambiente emocional más saludable para tu gato.

  1. Intenta ofrecerle la comida a lo largo del día en porciones más pequeñas, en lugar de 2 grandes comidas como generalmente solemos hacerlo. También puedes intentar usar un rompecabezas de comida, comederos de caza o algún método novedoso que lo anime a buscar su comida y quemar calorías en el proceso.

  2. En un hogar con varios gatos, te recomendamos alimentarlos por separado. Establece varios lugares de alimentación que le brinden acceso solitario a cada gato y así pueda comer tranquilo.

  3. Coloca la comida de tu gati-hijo en un sitio tranquilo, discreto y con mínima actividad humana o de otros animales así como en donde no haya tanta exposición a ruidos fuertes.

  4. Si puedes, alimenta a tu gato desde un lugar elevado. Como sabes, los gatos suelen sentirse más seguros en lugares altos donde pueden ver lo que va a suceder a su alrededor. La comida se puede colocar en lugares elevados, en escondites o en torres para gatos que los animan a saltar hacia ella. 

Lo más importante es mantener a tu gati-hijo motivado pero también asegurarse que su salud está en perfecto estado. No olvides llevarlo a sus controles de rutina para asegurarte de que se encuentra bien y no padece ninguna enfermedad que pueda estar comprometiendo su apetito y por ende su calidad de vida.

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