Cambios de comportamiento en gati-hijos mayores

Cambios de comportamiento en gati-hijos mayores

Si tienes un gati-hijo desde que es pequeño o relativamente joven, podrás darte cuenta de cómo se va formando su personalidad y cómo va cambiando su comportamiento con el paso de los años. A medida que crecen maduran… aunque siempre mantendrán ese espíritu curioso, juguetón y astuto que los caracteriza.

Cuando un gati-hijo empieza a llegar a la edad adulta, notaremos algunos cambios en su comportamiento y también en su rutina del día a día… y es que hay muchas cosas que van cambiando en él.

En el blog de hoy te contamos cuáles son los cambios de comportamiento más comunes en los gati-hijos mayores, así como los principales cuidados que debemos darles para garantizar una vida feliz y adecuada.

 

¿A qué edad se considera a un gato como adulto mayor?

Por lo general, las etapas de un gato van de la mano de su edad o estados fisiológicos básicos. De manera muy amplia, los gatos poseen 4 etapas de vida:

  1. Gatitos: desde el nacimiento hasta el año de vida.
  2. Adultos: desde el año hasta los siete.
  3. Adultos mayores: desde los siete hasta los once años.
  4. Gato geronte: a partir de los once años.

Al igual que en los perros e incluso en los humanos, los indicios de vejez pueden variar de acuerdo a la raza e incluso de los factores genéticos, de temperamento del gati-hijo y su propia historia. Si es un gati-hijo rescatado habría que ver cómo fueron sus primeros meses o años, el estado en que se rescató y si durante su situación de calle sufrió algún accidente o enfermedad que comprometió su esperanza de vida.

De igual manera los gatos que viven en la calle no suelen vivir tanto como un gato de interior ya que ellos se enfrentan a varias circunstancias y peligros.

 

¿Cuáles son los signos de vejez en mi gati-hijo?

Cuando los gati-hijos llegan a la etapa de adulto mayor empiezan a manifestar ciertos cambios que pueden ser de origen físico y conductual. Aunque la sola idea de que nuestro amado compañero esté envejeciendo es triste y angustiante, debemos tener presentes que tenemos la oportunidad de brindarle años llenos de amor y cuidado, así como lo hemos venido haciendo. Y que, gracias al avance de las ciencias veterinarias, cada vez es más posible detectar a tiempo enfermedades propias del envejecimiento para tratarlas oportunamente.

 

  • Cambios de comportamiento:

Los gatos son animales territoriales y delimitan su espacio a través de olores y señales visuales, por eso cuando envejecen este rasgo tan característico de ellos se puede ver afectado.

De acuerdo a los etólogos, el comportamiento de los gati-hijos mayores se puede clasificar en 3 grupos de acuerdo a los cambios que van mostrando:

  1. Cambios primarios: corresponden a las modificaciones del ambiente o entorno familiar. Tomando en cuenta que un gati-hijo mayor no responde igual a que uno más joven, cambios como mudanzas o también la llegada de nuevos miembros al hogar (bebés, nuevas mascotas, entre otros) puede aturdirlos y ocasionarles estrés. Para un gati-hijo que es adulto mayor, implica un proceso más complejo de adaptación.
  2. Cambios secundarios: Estos cambios se refieren a aquellos que son consecuencia de edades propias de su edad. Estas enfermedades pueden ocasionar cambios de comportamiento por razones neurológicas o físicas.

A medida que los gatos van creciendo, también van cambiando sus niveles de actividad y necesidades físicas. Hay que tener presente que un gati-hijo mayor es más propenso a padecer:

  • Sobrepeso
  • Cáncer, artritis, diabetes, cardiopatías y afecciones dentales.
  • Deterioro cognitivo o demencia.
  • Ceguera o sordera.
  • Protuberancias en su cuerpo.
  • Enfermedad Renal Crónica
  • Otros

Por eso cuando tu gati-hijo llega a edad adulta es importante que los lleves a sus chequeos veterinarios dos veces al año, especialmente cuando empieces a detectar cambios en su comportamiento. De esta forma el veterinario nos podrá orientar mejor sobre sus necesidades específicas y cuidado.

  1. Síndrome de disfunción cognitiva (SDC): esta condición es relativamente común entre gatos mayores, pero no se debe confundir con un proceso propio de su envejecimiento. Si pudiéramos compararlo con algo, sería el equivalente al Alzheimer en los humanos.

Entre los rasgos más evidentes de esta condición está la dificultad para recordar conductas aprendidas y desorientación en espacios que ya conoce y en los cuales se desplaza habitualmente.

 

  • Cambios físicos:

Es evidente que a medida que envejecemos, vamos perdiendo habilidades motoras y físicas que teníamos cuando éramos más jóvenes… lo mismo sucede con los gati-hijos. A medida que van envejeciendo, notarás que sus capacidades motoras y sensoriales van disminuyendo.

Además, es común que presenten los siguientes cambios:

    • Problemas dentales y bucales: Los gatos mayores pueden sufrir de gingivitis y perder piezas dentales y esto puede desencadenar pérdida del apetito. Por eso resulta importante cuidar los dientes y encías de tu gati-hijo a lo largo de su vida.
    • Bultos inusuales: los gatos mayorcitos pueden desarrollar bultos o tumores bajo la piel. Por lo general son benignos, pero debes prestar atención si notas cambios en su tamaño, color, forma, textura, se supura o se ulcera.
    • Dolor y rigidez en las articulaciones: Como te mencionamos, la pérdida de habilidades físicas es común. Pero, si notas que le duele o molesta al hacer algún movimiento que no es brusco o exagerado, debes llevarlo al veterinario a una revisión.
    • Problemas renales: Por lo general está asociado al desgaste normal de los órganos y a que cuando entrar a la etapa senior, los gatos suelen dejar de tomar tanta agua como antes.
    • Problemas de visión: Los signos más frecuentes de deterioro visual son: tropezar con cosas, les cuesta encontrar sus platitos de agua y comida, cataratas o parches opacos en los ojos.
    • Disminución de su audición: los gatos mayores pueden mostrar síntomas de sordera. Para ayudarlo con esto puedes mantenerlo seguro dentro de casa, avisarle cuando te estás acercando a través de un golpecito en el suelo con el pie o prendiendo la luz para no asustarlo.

 

Al perder habilidades motoras, muestran menor interés en ejercitarse, volviéndose cada vez más sedentarios. En este punto es importante que te asesores con el veterinario para que te recomiende actividades aptas para su edad con el fin de evitar sobrepeso.

Finalmente, su clásica conducta de acicalamiento también va a disminuir. Esto lo podrás notar porque su pelaje puede ponerse opaco, seco y sin brillo. Puedes ayudarlo cepillándolo cada tanto, masajeándolo y limpiando su pelaje.

 

 

¿Cómo puedo cuidar a mi gati-hijo mayor?

 

Como vimos, el envejecimiento es un proceso natural e inevitable y garantizar sus mejores años de adulto parte del cuidado que le damos de pequeño. Hay cosas que son inevitables, pero si tenemos un gati-hijo que ha sido bien alimentado, que ha recibido sus vacunas, que es muy querido y que se ha ejercitado hará que lleguen a la vejez con los achaques propios de su edad y no con otras enfermedades o síntomas derivados de un mal cuidado.

 

 

A continuación, te compartimos unos tips para que puedas brindarle a tu gati-hijo los ajustes necesarios a su estilo de vida en esta nueva etapa:

  • Cambia su arenero por uno más bajo y más grande. Esto le permitirá facilitar su reconocimiento y uso.
  • Colocar superficies antideslizantes será de gran ayuda para aquellos gati-hijos que nuestros problemas motores.
  • Hacer una “guía sensorial” en casa para que se pueda ubicar en caso de tener problemas de vista. Puedes colocar luces en un lugar específico para que sienta el resplandor y un aroma específico en cada sector de la casa para que los vaya asociando y sea una forma de ubicarse.
  • Aumentar la cantidad de platitos de comida y agua. En esto no debemos excedernos, pero color un par de platitos adicionales le facilitará el acceso a su comida.
  • Continúa brindándole alimento de calidad. En esta etapa es súper importante que pueda recibir todos los nutrientes que necesita. Te dejamos nuestro link por si quieres ver la oferta de sabrosuras que tenemos para tu gati-hijo mayor.
  • 2 visitas anuales al veterinario: él podrá ayudarte a dar seguimiento al estado de salud física y mental de tu gati-hijo y sabrá hacerte las recomendaciones necesarias para que puedas seguir cuidándolo y disfrutando su compañía por más tiempo.
  • Cepillado diario: Como te mencionamos, ellos suelen acicalarse con menor frecuencia por lo cual acumulan suciedad y pelo muerto. Un cepillado diario no solo le brinda un relajante masaje y refuerza el vínculo entre ustedes, sino que también permite que tu gati-hijo se sienta limpio y hermoso.
  • Al envejecer, los gatos buscan un mayor contacto con su humana, por lo cual la atención, los cariños y el tiempo son fundamentales para ellos.

 

¿Tienes gati-hijos mayores? Nos encantaría leer cómo ha sido su proceso y qué cuidados le brindas para mantenerlo sano y feliz.

Como siempre, gracias por leernos. No dudes en compartir este blog.

 

 

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