Si has estado con tu gati-hijo desde que era un chiquitín o si lo adoptaste ya con algunos años, no importa. Lo que cuenta es el vínculo y las memorias que van creando a lo largo de su tiempo juntos.
Inevitablemente veremos a nuestros amados michis crecer y envejecer poco a poco, su carita se pintará con canas, quizás ya no brinque o corra como antes y notes que está un poquito más cansado. Cuando llegamos a esta etapa es importante saber cómo cuidarlos y qué hacer para que su vida siga siendo plena y reciba los cuidados propios de sus años dorados.
¿Qué cuidados brindarle a un gato durante su vejez? ¡En Pancho's Kitchen te lo contamos!
La vejez en los gatos
Se considera que un gato es "senior" o adulto mayor cuando cumpla 11 años. Esto no debe ser un motivo de tristeza o preocupación puesto que, de brindarle los cuidados necesarios, pueden llegar fácilmente a vivir otros 8, 10 o incluso 12 años.
Sin embargo, a medida que nuestras mascotas envejecen, es necesario que cambiemos ciertos hábitos y tomemos medidas para que su estilo de vida se ajuste a su nueva realidad. Solo así podrá mantenerse feliz y saludable a lo largo de su vida.
¿Qué sucede cuando un gato llega a la vejez?
Por lo general, cuando un gati-hijo llega a esta edad es normal que lo veas más tranquilo y no tan activo físicamente hablando.
A pesar de que los mininos, independientemente de su edad, son animales que prefieren las rutinas, los gatos mayores son más susceptibles al estrés ante los cambios (nuevas personas o cambios en su entorno). También podrás notar que ya no tiene la misma energía para venir a saludar cuando llegas o que ya no juegue tanto o con la misma intensidad de antes. De igual forma, es probable que sean un poco más nerviosos ante ruidos extraños o personas desconocidas.
Además se ha comprobado que los gati-hijos tienden a volverse más parlanchines a medida que envejecen, ya que usan su voz para comunicarse más fácilmente con sus humanos.
Por supuesto, es de esperarse que también se vuelvan más propensos a ciertas enfermedades propias de la vejez como:
- Artritis
- Diabetes
- Enfermedad de tiroides
- Enfermedad renal
Por eso es importante que los chequeos veterinarios se den 2 veces al año y así poder estar atentos ante cualquier cambio o síntoma que pueda indicar una enfermedad.
Como siempre, es importante mencionar al veterinario la mayor cantidad de detalles posibles: cambios en su rutina, dieta, comportamiento, apetito, y demás. Ningún detalle es pequeño o insignificante.
Cuando cumple 15 años o más...
Llegada esta edad, es normal que su movimiento sea mucho más limitado, lo que significa que quizás requiera mucha más asistencia de tu parte, así como el deterioro de ciertos órganos como la vista y la audición. A esta edad, el deterioro cognitivo también se puede hacer presente, haciendo que se confundan con mayor facilidad y que también se estresen ante el más mínimo cambio en su entorno o su rutina.
También es normal que sufran más ante los cambios de temperatura, se vuelven más friolentos por lo que las temperaturas bajas no serán para nada ideales. Igualmente, puede que su carácter sea más irritable, cambiando su interacción con niños, otros gatos o mascotas en general.
Si notas que tu gato disfruta de estar solo, puedes ayudarlo y aumentar su seguridad al hacer que su lugar favorito sea un escondite seguro y cálido para que él pueda ir a descansar cuando quiera.
A pesar de que ya no son activos, los gati-hijos geriátricos requieren socializar, especialmente con sus humanos. Por lo mismo, procura dedicar tiempo cada día para compartir con el a través de juegos suaves, mimos o simplemente compartir tiempo de calidad juntos. Una sesión de cepillado, unos masajitos o rascado de orejas son planes que seguro le encantarán y los podrá disfrutar.
A partir de los 15 años, las visitas 2 veces al año son incluso mucho más fundamentales ya que el doctor debe evaluar el buen funcionamiento de sus órganos y detectar cualquier anomalía. Una revisión detallada del estado de la piel, pelaje, encías, dientes, ojos, oídos, articulaciones, uñas, corazón, sangre y masa muscular son básicos para saber el estado general de su salud.
Cambios en su conducta
Si tu gati-hijo empieza a tener cambios en su comportamiento, no debes alarmarte ya que es normal. Si lo ves mucho más tranquilo, un poco más irritable o con ganas de dormir más, no debes alarmarte. Ahora, si en su lugar notas que se queja, se ve adolorido o que algo le molesta, debes ir cuando antes a que su veterinario lo revise.
Ante cambios en su apetito - ya sea un aumento o disminución, consumo de agua, estreñimiento, incontinencia, confusión o agresividad, dificultad para respirar o rechazo a moverse es muy importante que se le menciones al veterinario ya que puede ser el indicio de algún deterioro importante en su salud.
10 consejos para cuidar a un gato mayor
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Bríndale una dieta adecuada para su edad: Cuando un gato llega a su vejez necesita consumir grasas esenciales omega-3 (DHA y EPA), así como una menor cantidad de carbohidratos pero con un mayor porcentaje de humedad.
Que se mantenga hidratado es muy importante, por lo que puedes procurar poner varios tazones de cerámica o metal a lo largo de la casa.
Evita darle únicamente comida seca ya que será más difícil de masticar y por ende de digerir. La comida húmeda y natural para gatos será su mejor opción.
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Mantén su cuerpo y mente activos: Que no tenga la misma agilidad de antes no significa que ya no necesite mantenerse activo. Puedes brindarle sesiones de juego adecuadas para su edad y estado físico, en donde no requiera grandes esfuerzos o cantidades de energía pero si lo rete de manera acorde.
Los juguetes de estimulación mental (aquellos que botan snacks con el movimiento) son una excelente opción para que su cerebro se mantenga despierto.
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Presta atención a las señales de dolor: Al llegar a la vejez, hay una alta probabilidad de que tu gati-hijo desarrolle ciertas enfermedades. La mayoría de ellas pueden ser controladas con orientación médica pero es importante estar alertas ante cualquier indicio de que tu mascota está sufriendo.
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Protege sus articulaciones: Las articulaciones son de las principales afectadas cuando un gato llega a la vejez. Tratar de retrasar su deterioro es importante y esto lo puedes lograr con una dieta adecuada y suplementos como glucosamina.
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Cuida su salud cognitiva: El buen estado de su mente es igual de importante que su salud física. Asesórate con tu veterinario sobre qué alimentos, suplementos y actividades son adecuadas para cuidar la salud mental de tu gati-hijo.
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Evítale el estrés y la ansiedad: Como te mencionamos anteriormente, los gatos son propensos al estrés ante los cambios, especialmente cuando son mayores. Mantener sus rutinas y no cambiar su entorno es super importante para que se mantenga lo más tranquilo posible.
Háblale constantemente con palabras de amor y tono suave para que sepa que estás ahí y le brindes una dosis de confianza y seguridad.
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Mantente alerta ante posibles riesgos dentro de casa: Al no tener la misma agilidad y chispa, es importante considerar limitar ciertas áreas de la casa. Evita que tenga acceso a lugar donde se pueda quedar atrapado o atascado, así como sitios altos de donde se pueda caer. Por supuesto, evita el acceso a sitio donde almacenes medicamentos, químicos o superficies que lo puedan herir.
También puedes adecuar la casa con rampas o taburetes para que no tenga que brincar tan alto.
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Respeta sus horarios: Dedica tiempo cada día para compartir con tu mascota. De igual forma, respeta sus horarios de comida, así como el tiempo de ocio (juegos, tiempo de calidad, etc.)
Establece rutinas de cepillado de pelaje, masajitos y otras actividades que disfrutará mucho más a esta edad.
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Controla sus horas de sueño: Al ser más dormilones, es importante que controles las horas de sueño de tu gati-hijo durante el día, ya que si duerme demasiado, puede que en la noche el que no puedas dormir seas tú.
Trata de mantenerlo activo durante el día (dentro de lo posible) para que pueda descansar sin problemas en la noche - y tú también.
- Haz su vida más fácil: Tal como sucede con los humanos, los gati-hijos mayorcitos requieren más cuidados y facilidades. Si notas que está teniendo problemas para llegar a usar su caja de arena, procura poner un par más para que pueda acceder fácilmente a ellas. Además, los gatos, en cualquier etapa de su vida, son MUY buenos para ocultar enfermedades. Por favor, no dejes las visitas médicas de lado, pueden hacer una gran diferencia en la calidad de vida de tu mascota.