Si tienes un gato naranja o alguna vez has estado cerca de uno, es muy probable que sientas que hay algo especial en él, lo que no quiere decir que no haya algo especial en los gati-hijos en general, independientemente del color del pelaje, cada gatito es especial a su manera.
Pero los gatos naranjas parecen destacar en términos de personalidad y comportamiento, y la ciencia podría acercarse cada vez más a una explicación para esta creencia tan extendida.
El gen responsable del color del pelaje de los felinos está relacionado con el género, y en el caso de los gatos naranjas, hay más machos que hembras. En general, se cree (aunque no se ha investigado bien) que los gatos machos tienden a ser un poco más sociables que las hembras.
Esto podría explicar en parte no solo la sociabilidad de los gatos naranjas, sino también el notable instinto guerrero de los gatos carey, que por lo general son hembras.
¿Por qué los gatos naranjas podrían ser diferentes a otros gatos?
Un estudio publicado en el año 1995 analizó el "gen naranja" en gatos y descubrió que pueden diferir de otros gatos en muchas formas. La investigación abarcó un período de 10 años desde 1982 hasta 1992 e involucró a 30 poblaciones de gatos en Francia. Se recopilaron datos de 56 a 491 gatos en cada población.
De acuerdo con Karen Wu Ph.D., los investigadores descubrieron algunas tendencias interesantes con respecto a los gatos naranjas:
- Los gatos naranjas son más comunes en las áreas rurales, que son menos pobladas que las áreas urbanas, lo que sugiere que "esos gatos pueden disfrutar de un mayor éxito reproductivo en condiciones sociales particulares".
- Los gatos naranjas son menos comunes en áreas con mayor riesgo de mortalidad, lo que sugiere que "esos gatos podrían ser más propensos a participar en conductas de riesgo que causan la muerte".
- Los gatos naranjas demuestran un mayor dimorfismo sexual (diferencias entre géneros), ya que los machos naranjas pesan más que los de otros colores y las hembras naranjas pesan menos que los de otros colores.
Los autores del estudio piensan que debido a sus diferencias físicas y de comportamiento, los gatos naranjas, sobre todo los machos, podrían emplear una estrategia reproductiva diferente a la de otros gatos.
"En especial, dado que son de mayor tamaño (y tal vez más agresivos según las relaciones documentadas entre el tamaño del cuerpo de un gato macho y la agresión hacia otros gatos), los gatos naranjas machos podrían disfrutar de un mayor estatus social y, por lo tanto, de éxito reproductivo en lugares rurales donde las hembras solo se aparean con un macho”, escribe Wu.
“Sin embargo, en entornos urbanos, es posible que su estatus social no los lleve tan lejos. En estos entornos densos, las hembras tienden a aparearse con muchos gatos machos. Como resultado, el éxito reproductivo depende más de la competencia de los espermatozoides que de la competencia física entre los gatos machos. Por lo tanto, en un entorno urbano, la naturaleza competitiva de los gatos naranjas machos podría aumentar su riesgo de muerte (p. ej. A través de peleas con gatos u otros animales), y de esa forma reduce las proporciones de gatos naranjas. Esta idea está respaldada por hallazgos anteriores de que los gatos machos más grandes son más dominantes y agresivos, lo que da como resultado un mayor éxito reproductivo y un mayor riesgo de mortalidad”.
Los gatos arriesgados podrían ser más amigables con los humanos
Por extraño que parezca, la relación entre el color del pelaje y el comportamiento de los gatos también se observa en otros animales, incluyendo en pájaros y roedores. Parece que los genes que influyen en el comportamiento y en ciertos atributos físicos pueden heredarse junto con los genes responsables del color del pelaje. Y aunque los autores del estudio de 1995 no formulan hipótesis sobre las razones detrás de la amabilidad de los gatos naranjas hacia los humanos, posiblemente sea el resultado de las conductas de riesgo que demuestran estos gatos.
"Debido a su estado dominante y su personalidad audaz, es posible que los machos color naranja se sientan más cómodos al acercarse a los humanos, que a menudo asustan a los gatos tímidos", escribe Wu. "Los estudios futuros pueden investigar si este podría ser el caso".