¿Qué es la toxoplasmosis?
La toxoplasmosis es una enfermedad producida por el parásito Toxoplasma gondii - un parásito intracelular muy común que tiene un ciclo de vida complejo, en donde el hombre y otros animales como los cerdos, aves y ovejas, participan como un huésped intermediario; mientras que los gatos y otros felinos terminan siendo el huésped definitivo.
Para entender un poco mejor cómo se manifiesta esta enfermedad, podemos dividir a las personas que la padecen en cuatro grupos:
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Sistema inmune intacto: Quien lo padece no presenta síntomas o puede mostrarse con síntomas muy comunes con otras enfermedades como fiebre, malestar general, cansancio y ganglios en la región cervical (uno de los síntomas más frecuentes). Por lo general, estos síntomas se van en algunas semanas, excepto las adenopatías que pueden durar algunos meses.
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Inmunosupresión: En la mayoría de los casos se trata de una infección reactivada y suelen presentarse síntomas generales y sobre todo del sistema nervioso central como hemiplejia, hemiparesia, trastornos de la marcha y el equilibrio.
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Toxoplasmosis ocular: Suele manifestarse como coriorretinitis y en la mayor parte de los casos es consecuencia de una infección congénita. Los síntomas son visión borrosa, dolor ocular, fotofobia.
- Toxoplasmosis congénita: Consecuencia de una infección en la mujer embarazada. Se puede hacer presente durante el nacimiento con alteraciones neurológicas, lesiones cutáneas, aumento de tamaño del hígado y bazo; o bien tardar meses o incluso años en presentarse. De aquí la importancia de los estudios de despistaje en la mujer embarazada.
¿Cuáles son los síntomas más comunes de la toxoplasmosis?
La toxoplasmosis puede provocar síntomas parecidos a los de la influenza, pero la mayoría de las personas infectadas no presentan signos ni síntomas. Sin embargo, en los bebés nacidos de madres infectadas y las personas con el sistema inmunitario debilitado, la toxoplasmosis puede provocar complicaciones graves.
Si tienes un buen estado de salud general, no eres una mujer embarazada y se te diagnosticó toxoplasmosis, es probable que no necesites más que el tratamiento regular. De lo contrario, es posible que necesites un tratamiento más completo para evitar complicaciones graves.
Los síntomas más comunes son:
- Hemiplejia
- Trastornos de la marcha y del equilibrio
- Visión borrosa y dolor ocular
- Dolores del cuerpo
- Ganglios linfáticos inflamados
- Dolor de cabeza
- Fiebre
- Fatiga
Causas de la toxoplasmosis
Te contamos los escenarios más comunes en donde podrías contraer esta enfermedad:
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Consumir agua o alimentos contaminados: El cordero y cerdo son de las carnes las más propensas a infectarse con Toxoplasmosis Gondii.
Los lácteos no pasteurizados también están expuestos a este parásito aunque en con menos frecuencia. De igual forma, este parásito puede estar presente en el agua, por eso se recomienda tomar agua potable y no de la llave.
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Usar cuchillos, tablas de cortar u otros utensilios contaminados: Los utensilios de cocina que están en contacto con la carne cruda pueden albergar los parásitos. Por eso el aseo en la cocina es super importante, después de usar cualquier utensilio se debe lavar muy bien con agua tibia o caliente y jabón. Además, se recomienda darle un uno único a las tablas de picar, es decir, tener una tabla solo para carnes y otra solo para verduras.
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Consumir frutas y verduras sin lavar: La superficie de las frutas y verduras puede tener el parásito. Por seguridad, hay que lavar y preferiblemente pelarlas, especialmente, si las comes crudas.
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Trasplante de un órgano infectado o una transfusión de sangre infectada: No es muy común, pero la toxoplasmosis también se puede trasmitir de esta forma.
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De la madre al hijo durante el embarazo: Si una madre está contagiada, ella puede no presentar síntomas o vivir la enfermedad como tal. Sin embargo, el bebé puede nacer contagiado.
- Si estás en contacto con heces de gato que contienen el parásito: Puedes ingerir los parásitos por accidente si te tocas la boca después de trabajar en el jardín, limpiar una caja de arena o tocar algo que haya estado en contacto con heces de gato infectadas. Los gatos que cazan o que se alimentan con carne cruda tienen más probabilidades de contraer el parásito de Toxoplasmosis gondii.
Es importante recalcar que no puedes contraer la toxoplasmosis de un niño o adulto infectado. Según la revista Science, mientras que solo el 11 % de las personas en los Estados Unidos se encuentran infectadas con T. gondii, las tasas son mucho más elevadas en regiones del mundo donde los servicios sanitarios son deficientes, o el consumo de carne cruda es mucho mayor. Por ejemplo, más del 90 % de las personas en algunas partes de Europa y América del Sur se encuentran infectadas.
La toxoplasmosis y los gatos
Durante mucho tiempo, ha existido este mito de que una mujer embarazada y un gato no deben convivir juntos debido a las altas posibilidades de que ellos contagien de toxoplasmosis a la futura madre. Aunque es cierto que los gatos son los huéspedes principales de este parásito, las probabilidades de contagio son mucho mayores y más posibles por exposición a carne cruda o poco cocida, frutas, verduras sucias, o agua contaminada.
Y aunque también es cierto que la toxoplasmosis puede ser devastadora para las mujeres embarazadas, todo lo que se necesita para mantenerse a salvo es tomar precauciones lógicas.
Hablemos de algunas estadísticas sobre la toxoplasmosis en gatos
- Los gatos adultos generalmente adquieren el parásito y desarrollan toxoplasmosis al consumir roedores, aves y otros animales infectados.
- Se estima que cerca del 40% de los gatos en en el mundo podrían estar infectados; sin embargo, la mayoría de los felinos no desarrollan síntomas por la excelente respuesta de su sistema inmunológico.
- Una vez dentro del intestino del gato, el parasito T. gondii produce millones de ooquistes resistentes y gruesos que completan su ciclo vital en el tracto gastrointestinal para después ingresar de nuevo al entorno por medio de las heces. Los ooquistes pueden vivir más de 18 meses en el suelo y en el agua.
- Para que una persona pueda contraer toxoplasmosis por su gati-hijo, primero el animal debe estar contagiado y luego tuvo contacto directo con sus heces. Uno de los escenarios podría ser que la persona limpió la caja de arena sin palita o guantes y después de haberlo hecho no lavó o no lavó bien sus manos y luego tocó su rostro con restos de material fecal.
Como puedes ver, es un escenario un poco extremo, ¿no crees?
Consejos para quienes tienen gatos en casa
Si tienes uno o varios gati-hijos en casa y estás embarazada o alguien en tu casa lo está, tu objetivo debe ser evitar la posible exposición al parásito. Esto es fácil de conseguir si se implementan algunas precauciones lógicas:
- Evita que tu gato salga a la calle: no solo disminuyes la posibilidad de que sufra un accidente sino que también evitas que pueda cazar algún animal infectado.
- Utiliza guantes desechables o una pala para limpiar la caja de arena. Evita el contacto directo sin protección.
- Si estás embarazada, no te encargues de la limpieza de la caja de arena. Pídele esta labor a alguien más en casa.
- Mantén la caja de arena lo más limpia posible. Mientras más tiempo pasen las heces felinas en la caja, mayor será el riesgo para que los huevos parasitarios se vuelvan infecciosos.
- Si también tienes un perro, asegúrate de que no consuma las heces felinas.
- Si vives en casa y estás haciendo remodelaciones, es común tener sacos de arena. Debes cubrir estos sacos cuando no se utilicen para evitar que se conviertan en areneros para gatos callejeros
- Utiliza guantes al trabajar en el jardín, al igual que al interactuar con tierra, arena o agua contaminada con heces felinas; posteriormente, lava tus manos cuidadosamente
- Evita interactuar directamente con gatos callejeros durante el embarazo. De hacerlo, por favor protégete usando guantes o agarrándolo con una toalla.
Como siempre, todo se trata de la prevención. Tomando unas sencillas medidas de higiene y cuidado puedes evitar un mal rato con este parásito indeseado.
Lo más importante es que dejemos que lado este triste prejuicio que se tiene sobre los gatos y la toxoplasmosis y comprendamos que hay muchas cosas causas más probables con las que podemos contraer esta enfermedad. Nuestros gatos son parte de la familia y es nuestra responsabilidad velar por su bienestar y no abandonarlos por la falta de información.