8 señales de problemas de cadera en perros

8 señales de problemas de cadera en perros

¿Qué es la displasia de cadera canina? 

La displasia de cadera canina (DCC) se considera como un trastorno de los músculos y el esqueleto. Es más común entre los perros de raza pura y mixta. La forma grave del trastorno suele presentarse en cachorros menores de un año, mientras que la crónica se desarrolla mucho después.

Cuando un perri-hijo no tiene problemas de cadera, básicamente es porque la cabeza femoral (la esfera en la parte superior del hueso de la pata) encaja de manera perfecta con el acetábulo. Pero, cuando la mascota padece DCC, estos huesos no se articulan como es debido, lo cual ocasiona que se separen. Esto sucede cuando existe una anomalía en la estructura articular y una gran debilidad en los músculos, ligamentos y el tejido conjuntivo que sostienen las articulaciones.

Como resultado, la articulación hace fricción y rechina en lugar de deslizarse con suavidad durante el movimiento. A menudo, el cuerpo produce un tejido óseo dentro y alrededor de la articulación para tratar de estabilizarla y así compensar esa falta de ajuste. No obstante, dicha alteración puede tener el efecto contrario al ocasionar que el ajuste sea menos natural.

La fricción hace que la articulación se desgaste, lo que produce una enfermedad articular degenerativa (EAD) que puede ser muy dolorosa y debilitante para el perro.

Síntomas y diagnóstico de displasia de cadera en perros 

Los caninos que padecen DCC suelen presentar al menos uno de los siguientes síntomas:

  • Dolor
  • Baja tolerancia al ejercicio
  • Problemas en la forma de caminar
  • Evitan subir las escaleras o puedes notar incomodidad cuando lo hacen
  • Saltos pequeños al correr
  • Chasquidos al caminar
  • Atrofia muscular en el muslo
  • Mayor amplitud o separación entre los extremos de la cadera

La displasia de cadera canina es una enfermedad poligénica multifactorial, ¿qué significa esto? Que esta enfermedad tiene un componente genético, que involucra a más de un gen, y en él influyen varios factores que aún no se han identificado en su totalidad. Es posible que los caninos desarrollen displasia de cadera cuando tienen genes que los predisponen, aunque no siempre sucede.

Se diagnostica DCC cuando la rótula de la cadera tiene una deformidad, lo que causa que se separen los dos huesos de la articulación. En la mayoría de los casos, el acetábulo no cuenta con la profundidad suficiente para que la cabeza femoral se ajuste en su lugar. Suele diagnosticarse cuando un perro presenta síntomas o después de hacer un examen de cadera estándar. El veterinario realizará un examen físico completo y tomará radiografías. También podría notar que la articulación coxofemoral de tu perro está floja y que siente dolor cuando extiende o flexiona la pata trasera.

Razas con predisposición genética a la displasia de cadera:

A pesar de que la displasia de cadera puede afectar a cualquier perros, existen ciertas razas, especialmente de tamaño grande, que pueden tener una predisposición genética. Estas razas son:

  • San Bernardo.
  • Mastín napolitano.
  • Pastor alemán.
  • Labrador.
  • Golden retriever.
  • Rottweiler.

Cómo ayudar a un perro con DCC a tener una buena calidad de vida

Detectar la enfermedad en una etapa temprana es fundamental para brindarle a quienes la padecen la oportunidad de tener mayor longevidad, conservar su movilidad y gozar de una alta calidad de vida. 

En Pancho's Kitchen queremos brindarte consejos importantes para que tu amigo peludo corra un menor riesgo de desarrollar o sufrir displasia de cadera a medida que crece y envejece. En caso de que ya le hayan diagnosticado la afección, las siguientes recomendaciones serán de ayuda para reducir las secuelas. El objetivo es hacer todo lo posible para evitar que la DCC perjudique de forma significativa la calidad de vida de tu perri-hijo:

  1. Controla su alimentación y peso: se ha demostrado que, la cantidad de calorias que tu perro consume, sobre todo entre los tres a los diez meses de edad, influirá en el riesgo de que el cachorro con genes de DCC desarrolle la enfermedad. Si lleva una dieta con alto contenido de calorías y carbohidratos, su cuerpo podría crecer más rápido que el cartílago, en especial cuando se trata de una raza grande. Es imperativo que los cachorros de razas grandes crezcan de manera lenta y controlada, por lo que deben contar con proporciones de minerales que se adapten a sus necesidades, es decir, que no sean genéricas. Es importante que se mantenga en forma, ya que la obesidad puede ocasionar que la displasia sea más grave y que la degeneración de las articulaciones se produzca con mayor velocidad. Los perros que nacen con genes que los hacen propensos a la displasia de cadera deben evitar la obesidad a toda costa, ya que esto implica un riesgo mucho mayor de desarrollar la enfermedad y, más adelante, la artritis.
  2. Haz que se ejercite y evita que sufra lesiones: procura que realice actividades en las que ejercite los músculos de las extremidades traseras, tales como sentadillas, subir pendientes, correr y nadar (hidroterapia). El objetivo es que conserve una excelente masa muscular de forma segura para que tenga un menor riesgo de DCC o que no sea tan grave.Esto también requiere que te comprometas a seguir un programa de ejercicios específicos todos los días. Es fundamental que ese esfuerzo conjunto se realice sin falta cada día ya que, de lo contrario, es posible que la masa muscular se debilite, se presente atrofia, debilidad y degeneración. Evita las actividades que requieran saltar (sobre todo desde lugares elevados), detenerse o cambiar de dirección de forma repentina, de esta manera, tendrá un menor riesgo de sufrir lesiones traumáticas. Tampoco debes dejar que tu perro se ejercite ni pase mucho tiempo en superficies resbaladizas. Cubre los pisos que sean así con tapetes o alfombras y considera colocar una rampa o escaleras que conduzcan a la cama en caso de que se le dificulte levantarse, de esta forma no tendrá la necesidad de saltar.
  3. Somételo a fisioterapia: el aspecto fundamental para controlar la DCC es desarrollar una excelente masa muscular, así como preservar la salud de los tendones y ligamentos a lo largo de la vida.
  4. Bríndale un soporte articular de inmediato y controla el dolor cuando sea necesario: es muy importante darle un soporte a las articulaciones justo en el momento en que se diagnostique el problema y es imperativo que se controle el dolor siempre que se requiera. Si tu mascota presenta dolor al momento del diagnóstico, es necesario que comiences con ambos protocolos de manera simultánea; no olvides que controlar el dolor (ya sea de manera natural o con ayuda de medicamentos) no interrumpe el proceso degenerativo que ocasiona la artritis y, de la misma forma, los suplementos que ayudan a proteger el cartílago no sirven para controlar el dolor. Los propósitos de estos protocolos son muy distintos, no obstante, ambos tienen la misma importancia.

Ten siempre presente que la mejor forma de detectar displasia de cadera en perros es yendo al veterinario y pidiendo una evaluación. El diagnóstico y tratamiento sólo puede ser brindado por un profesional idoneo.

Esperamos que nuestro blog te haya gustado y sido de utilidad. ¿Tienes comentarios? ¡Déjalos aquí! 

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