¿Cómo presentar a un perri-hijo y un gati-hijo correctamente?

¿Cómo presentar a un perri-hijo y un gati-hijo correctamente?

 

Hay personas que simplemente amamos los animales 😍 y nos llena de ilusión poder tener varias mascotas en el hogar. Otras, que no lo tenían planeado, pero de la manera más bonita e inesperada llega un nuevo miembro a la familia.

Ya sean dos perros o dos gatos, hay que tener en cuenta la mejor manera de presentarlos para asegurar que la relación y convivencia sea exitosa. Pero, ¿qué pasa cuando se trata de un perro y un gato? 🐕🐈

Muchas veces hemos escuchado la famosa frase “se llevan como perros y gatos” haciendo alusión a que dos personas no se llevan para nada bien, e incluso algunos crecimos con esa idea de que la convivencia entre estos dos bellos animales era prácticamente imposible.

A pesar de que hay factores que influyen, como el temperamento y carácter de cada animal, afortunadamente en la mayoría de casos es posible tener a un perri-hijo y un gati-hijo bajo el mismo techo.

En nuestro blog de hoy te damos algunos consejos para presentar exitosamente a los que, ojalá en poco tiempo, se conviertan en mejores amigos 🐾 .

 

Cosas para tener presentes antes de presentar a tus mascotas

Si bien es cierto que existen razas que son más sociables que otras, una parte súper importante de la crianza de cualquier animal es la socialización durante sus primeros meses de vida.

¿Por qué la socialización es tan importante?

Ya sea que tengamos un perro o gato cachorro, es importante que socialicen durante la primera etapa de su vida. Esto incluye que pueda estar tiempo suficiente con su mamá y hermanitos, así como presentarlo a personas, animales, que conozca su entorno y tenga contacto con estímulos exteriores para que, al llegar a la edad adulta, sea un animal equilibrado, sin miedos ni conductas reactivas.

Algunos perros y gatos, a pesar de haber tenido un proceso de socialización adecuado, no siempre se llevan bien con otros animales… y esto tiene que ver con su personalidad.

Esto es lo primero que debemos analizar antes de pensar en traer a otro animal al hogar: ¿Es mi perri-hijo o gati-hijo suficientemente sociable? ¿Tiene alguna fobia que podría empeorar con la llegada de otro integrante? ¿Podría hacerle daño a su nuevo compañero? Estas y otras preguntas son la base para evaluar si tanto él como nosotros, estamos listos para agrandar la familia.

 

¿Tenemos espacio y recursos suficientes para atender a 2 mascotas?

A diferencia de tener 2 perros o 2 gatos, tener un perro y un gato implica comprar 2 cosas de todo: 2 tipos de comida, 2 tipos de juguetes, 2 tipos de accesorios, 2 camas, entre otras cosas. Adicional a eso, es importante evaluar si contamos con el espacio adecuado para que todos convivamos bien y cada uno pueda tener su espacio.

También, pensar en si contamos con los recursos económicos adecuados para que ambos reciban sus vacunas, atención veterinaria, comida y accesorios de manera oportuna y permanente.

Otro elemento súper importante que debemos considerar es el TIEMPO 🕑. Los perros son animales de mayor actividad: hay que sacarlos a caminar y por lo general tienen más energía que los gatos. Entonces debemos contar con el tiempo suficiente para asumir el compromiso de sacarlos a caminar y dedicarles, por lo menos, 1 hora al día.

 

Posibles escenarios:

Perri-hijo y gati-hijo adultos:

Esta es, quizás, la presentación más delicada de todas ya que ambos tienen su personalidad definida y hasta cierto punto, no sabemos cómo uno de los 2 o ambos podrían reaccionar. Para presentar a un gato y perro adulto es importante:

  • Preparar una zona de seguridad para tu gati-hijo: Cuando un gato se siente amenazado, tiende a buscar refugio en lugar altos porque, en este caso, el perro no lo podría alcanzar. Brindarle rascadores de varios pisos, estantes o pasarelas para gatos, le va a permitir escabullirse si se siente amenazado. Además, desde estos puntos va a poder observar al perro e irse familiarizando con su presencia.
  • Preséntalos mediante el olor: Así como tu perri-hijo o gati-hijo te olfatean e incluso te juzgan por venir con olor a otro animal, el olor puede servir para irlos presentando y que se familiaricen con ese aroma. Al momento de presentarlos directamente, ya habrá un olor reconocido de por medio.
  • Ponerlos frente a frente: Es importante hacer esto en una habitación donde el gato tenga una zona alta de seguridad o dónde esconderse en caso de un imprevisto y tener al perro con una correa… Importante: la correa no debe estar súper ajustada, debe estar regulada de manera normal, de lo contrario el perri-hijo puede sentir tensión y por ende alterarse. La idea de esta primera presentación es que ambos asocien la experiencia con algo positivo, por lo cual hay que estar pendientes del estado y comportamiento de cada uno.

Es normal que al inicio puedan haber gruñidos, bufidos o algún intento de corretear el uno al otro en señal de defensa, lo que no debe pasar es permitir la agresión o ataque físico.

Expertos recomiendan que estos primeros contactos sean de corta duración, con unos minutos al día durante algunos días se irán familiarizando entre sí. Un excelente incentivo para ambos es recompensarlos con unos ricos treats, unas palabras dulces de felicitación y caricias para que lo sigan asociando con experiencias positivas.

  • Permite que interactúen: luego de una semana de haber hecho el ejercicio constante de que se vayan conociendo, es momento de evaluar cómo ha sido la reacción de cada uno a medida que pasaron los días; si alguno de ellos intentó atacar al otro o si se ignoraron.

Tú mejor que nadie podrá notar si es momento de dejarlos interactuar o si quizá necesitan un par de días más hasta acoplarse a la presencia del otro.

Durante el primer mes de convivencia es importante no dejarlos sin supervisión y estar atenta ante cualquier situación en donde pueda ocurrir un incidente. Si debes salir de casa, deja a cada uno en su espacio.

 

Un cachorro y un adulto:

Ante esta situación, por lo general el adulto suele mostrar curiosidad o asombro ante el nuevo miembro de la familia. Si se trata de un perro adulto, ellos suelen quedar maravillados ante la llegada de un compañerito nuevo. Claro está, como hemos dicho anteriormente, va a depender mucho de su personalidad, pero los perri-hijos suelen ser más receptivos. En el caso de los gati-hijos adultos, son más reservados y observadores. Probablemente durante los primeros días estarán analizando a ese cachorrito que llegó al hogar.

Los cuidados que se deben tener con este escenario es que cuando uno de los dos es más joven… en su ánimo de jugar y conocer, puede molestar al otro, haciéndose acreedor a un regaño por parte del adulto. Además, aquí puede ocurrir un posible caso de celos… el adulto es quien ha sido el amo y rey del hogar, y la llegada de un nuevo y adorable miembro a la familia, puede crear discordia. Por eso es importante seguir dedicándole tiempo y manteniendo su rutina habitual para que no se sienta desplazado.

Al igual que en el escenario anterior, empezar a familiarizar los olores, presentaciones cortas y convivencia controlada, son los ingredientes para una buena relación entre tus amados compañeros.

 

Dos cachorros:

Este escenario, además de ser una ternura total, es probablemente el más fácil de manejar. La presentación entre un gati-hijo y un perri-hijo cachorros, básicamente consiste en ponerlos juntos y mirar a esas dos bolitas de pelo interactuar. Presentar a dos cachorros es genial para su socialización, puesto que, desde temprana edad, aprenden a convivir con otras especies sin contar que crecerán siendo excelentes amigos y haciéndose compañía.

 

Consejos prácticos para una convivencia feliz:

Ya sea dos adultos, dos cachorros o un adulto y un cachorro, hay consejitos que te van a ayudar a que tu perri-hijo y gati-hijo puedan tener una convivencia sana, equilibrada y respetuosa:

  • Tiempo de calidad juntos: Una forma de reforzar el vínculo afectivo entre tus dos compañeros y tú, es compartir momentos de ocio o descanso juntos. Unos minutos de juego, dormir una siesta o compartir alguna actividad en conjunto, mantendrá una buena relación entre todos.
  • Tiempo de calidad con cada uno: Como cada una de tus mascotas tiene su personalidad y forma de ser, también es bueno compartir un momento a solas con cada uno de ellos. Ya sea sacando a caminar a tu perri-hijo y luego jugando con el láser para tu gati-hijo, son algunos ejemplos de lo que puedes hacer con cada uno. Es muy apreciado por ellos que les puedas dedicar tiempo y que los hagas sentir especiales y queridos. Habrá cosas que se pueden hacer juntos, pero otras es mejor compartirlas con cada uno.
  • Asignar un espacio a cada uno: Aunque todos vivan bajo el mismo techo, es bueno que cada uno tenga un espacio especial en el hogar. De esta forma ellos saben que tienen un sitio exclusivo en el cual podrán descansar, jugar, resguardarse, etc. En el caso de tu perri-hijo puede ser un sitio con su cama y algunos juguetes y en el caso de tu gati-hijo puede ser su torre de rascar con su camita.

Si ellos quieren compartir la cama o su área de descanso, lo mejor que puedes hacer es sacar tu cámara y sacar al fotógrafo que hay en ti para retratar a esas dos ternuritas.

  • Cada uno con su platito y su comida: Una de las razones por las que dos animales se pueden llegar a pelear e incluso a lastimar, es por la comida. No todos tienen paciencia para ver a su amigo hurgando en su plato por lo cual es mejor tener las áreas de alimentación separadas entre sí y velar porque cada uno respete la comida del otro. Además, es innegable que los perros tienen más fuerza, pero los gatos más agilidad, entonces si llegan a pelear por la comida, ambos corren riesgo.

El tema de la comida no va sólo del lado de la convivencia, sino que también existen diferencias en la formulación de la comida de cada uno. En Pancho’s tenemos deliciosos productos pensados en las necesidades específicas de tu gati-hijo y perri-hijo. Puedes ver nuestra riquísima y nutritiva variedad aquí.

  • Sé equitativa: Al igual que las personas, los animales también pueden percibir cuando estás siendo más cariñosa con uno que con otro. Lo que menos queremos es que uno de ellos sienta celos, porque esto, además de ponerlo triste, puede afectar su relación con su compañero y contigo.
  • Paciencia: Como todas las relaciones, se trata de evolucionar. Quizás las primeras semanas habrá un poco de desconfianza, mezclada con curiosidad y emoción, pero a medida que pase el tiempo ambos se irán acostumbrando a la presencia del otro y empezarán a compartir su día a día. Evita los castigos y más bien, trata de asociar ciertas cosas a experiencias positivas y gratificantes.

 

Tener un perri-hijo y un gati-hijo en casa es, por lo general, una de las mejores experiencias y aventuras para quienes amamos los animales. Verlos brincando, jugando o simplemente compartiendo juntos alegra el corazón. Nos gustaría saber si tu optaste por adoptar un perri-hijo y un gati-hijo. Cuéntanos cómo ha sido tu experiencia y qué ha significado para ti tener alegría por dos en tu hogar 💕.

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