- Es importante que desde pequeños los niños aprendan la diferencia entre lo que es un juguete y una vida. Un carrito, una muñeca son juguetes, una vida no. Es mejor separar la idea de regalos y juguetes de las realidades y responsabilidades de tener una mascota. Una criatura viviente no debería ser un regalo de Navidad como lo podría ser, por ejemplo, una bicicleta nueva o la última consola de videojuegos.
Cuidar de un perro o de un gato es una gran responsabilidad y muy diferente de obtener un juguete nuevo con el que se puede jugar y después se vuelve a guardar. Es importante inculcarle a un niño la diferencia entre sus pertenencias y su mascota, desde el primer minuto en que un nuevo perro o gato entra en su vida.
Incluso si tu hijo te suplica tener una mascota y tú crees que tiene la edad suficiente para asumir la responsabilidad, te recomiendo que mantengas el 'proyecto de la mascota' separado de las festividades navideñas.
Llevar un perro o un gato a la casa es una gran responsabilidad, por lo que yo te recomiendo planificarlo con tiempo y no durante la época de Navidad.
- Comprar mascotas en esta época del año beneficia a las fábricas de cachorros, tiendas de mascotas, criadores irresponsables y negocios de mala reputación que mantienen en funcionamiento las fábricas de cachorros y por ende la explotación de las hembras. Además, no siempre se entregan a los animalitos sanos, algunos están sin vacunar o incluso separados antes de los 2 meses de su madre. Aquellos que provienen de criaderos clandestinos son criados y nacidos en condiciones inhumanas, a menudo sucias.
Cada vez que se compra un perro a un criador u fábrica irresponsable, es un incentivo para que esas empresas se mantengan en funcionamiento. Entonces, aunque podrías darle a un cachorro de una fábrica un buen hogar, su madre se queda ahí, y tiene camada tras camada hasta que está demasiado enferma o vieja para reproducirse, momento en el que se desecha.
- En la mayoría de los casos no evaluamos el verdadero alcance de lo que conlleva tener una mascota: es un compromiso a largo plazo (mínimo 10 años si se lo tiene desde cachorro), conlleva una responsabilidad económica para su comida, chequeos, vacunas, emergencias... así como tiempo y mucha paciencia. Dar una mascota no debe ser un acto impulsivo sino más bien reflexivo.
- Es muy triste porque en Panamá y en muchos otros países se ve un pico de abandonos y "devoluciones" de mascotas durante enero y febrero, producto de los regalos de navidad de personas que no pudieron o quisieron asumir esta responsabilidad a largo plazo.
- Incluir a una mascota en la familia es algo que se debe planificar... no solo en presupuesto sino en las responsabilidades de los paseos, atenciones, alimentación y demás.
- ¡Las mascotas no deberían ser sorpresas! Sorprender a un ser querido con un cachorro o con un gatito en la Navidad es una idea hermosa, pero, por lo general equivocada. Es posible que el destinatario esté muy emocionado y feliz con un nuevo cachorro o gatito, pero a menos que la 'sorpresa' haya sido bien investigada y planificada a fondo, puede ser algo arriesgado. Es difícil resistirse a una adorada mascota debajo del árbol de Navidad. Pero, a menos que el nuevo padre de la mascota esté comprometido con la idea de criar a un cachorro o a un gatito, los problemas pueden aparecer muy rápido.
Como sabes, en Pancho's hemos estado muy comprometidos a ayudar a las fundaciones y rescatistas de animales en Panamá. Y para nosotros es muy doloroso ver cuando devuelven a un animalito, que ya de por sí había sufrido mucho en la calle, porque no tuvieron la paciencia para educarlo o simplemente se dieron cuenta de que no pueden o no quieren asumir la responsabilidad.
Nos rompe el corazón porque este perri-hijo o gati-hijo no entiende qué hizo mal o en qué fallo para ser devuelto y tiene que pasar nuevamente por un proceso de sanación y resocialización hasta volver a encontrarle otro hogar.
Además, los hogares temporales son escasos, al igual que las donaciones y cuando un animal es devuelto, es un golpe no solo a nivel emocional sino también económico.
El mejor consejo que podemos darte es que en navidad consideres otras opciones de "regalo": un abrazo, tu presencia o algún objeto que dependa de ti o de otra persona para vivir.
Seamos parte de una navidad consciente en donde no regalos vidas sino momentos y presencia.