Muchas mamitas de perri-hijos nos hemos visto tentadas más de una vez en darle huesos a nuestras mascotas y es que son muchas ideas y pensamientos que se nos cruzan por la cabeza: "sus antepasados los comían", "ellos son principalmente carnívoros", "un huesito no le hará daño", "es un premio", etc.
Quienes optan por la comida casera suelen ser las que más les dan huesos a sus mascotas; algunos perros pueden estar bien durante su vida sin aparentes problemas, pero en otras ocasiones pueden ocurrir accidentes. En este blog analizaremos si realmente es una buena darle huesos a nuestras mascotas y algunas opiniones de expertos veterinarios.
¿Mi perro puede comer huesos?
Los huesos pueden resultar sumamente entretenidos y deliciosos para un perri-hijo. Quienes optan por darle huesos a sus mascotas podrán notar algunas formas de comportarse: hay perri-hijos que lo lamen y mordisquean durante horas pero no se los comen, otros que se comen parcialmente el hueso y aquellos perros que en cuestión de segundos lo muerden e ingieren.
También están los perros que han comido huesos prácticamente toda su vida y no les ha pasado nada y otros perros más sensibles que se pueden ver afectados por comerlos, todo va a depender de la forma de ser de tu perri-hijo, su tamaño, edad y nivel de actividad física pero lo más importante es qué tipo de hueso le estoy dando a mi perro.
Existen cierto tipo de huesos que tienen mayor facilidad de astillarse al ser mordidos y justamente son este tipo de huesos los que pueden poner en peligro la salud y vida de tu mascota. Un pedazo de hueso puede perforar el intestino y causar una peritonitis o también existe el riesgo de que el perri-hijo se atragante con un pedazo o que se dañen zonas del aparato digestivo y respiratorio.
Se sabe que los huesos pequeños y los de pollo son un potencial peligro para nuestros perros ya que es más fácil ahogarse con huesos pequeños y los huesos de pollo, especialmente si están cocidos, tienden a astillarse con mucha facilidad.
Pero si los lobos comían huesos y los perros en la antigüedad también...
Quienes defienden la postura de dar huesos a sus mascotas alegan que los perros y sus antecesores, los lobos, comían y comen huesos para alimentarse.
Como bien sabemos, los lobos efectivamente comen huesos; cuando cazan primero consumen la carne de sus presas hasta llegar a los huesos y cartílagos, pero dado el proceso evolutivo y de domesticación de los perros, hacer esta comparación es un poco desacertada:
- Si bien es cierto que los perros mantienen muchas características anatómicas y de comportamiento de los lobos, justamente el proceso de domesticación por el que han atravesado los ha hecho animales con necesidades nutricionales distintas. De hecho, los perros son animales omnívoros porque se alimentan tanto de carne pero también de vegetales.
- También es verdad que un perro aún mantiene la facilidad para descomponer huesos ya que sus sistema digestivo está preparado para consumir carne, sus intestinos son más cortos, su PH estomacala es más ácido y por esto digieren mejor la carne y huesos. Además poseen sus característicos dientes y colmillos que les permiten comer con mayor facilidad. Sin embargo y al igual que en los lobos existe el riesgo de accidentes por perforación u oclusión intestinal.
Huesos crudos vs. huesos cocinados
A pesar que entre en el mundo de los veterinarios y expertos en nutrición existe un gran debate sobre si los perros deben comer huesos o no - por un lado algunos advierten el riesgo de perforación intestinal pero otros destacan los beneficios de incluir huesos en las dietas naturales. Sin embargo, en lo que todos coinciden dentro de la comunidad veterinaria es que NO se deben dar huesos cocinados a nuestros perri-hijos. El riesgo principal de los huesos radica en su cocción porque pierden aguan y colágeno, volviéndose duros, secos y con mayor facilidad de astillarse a diferencia de cuando están crudos.
Para evitar riesgos de ahogamiento y perforación intestinal, los expertos recomiendan los huesos grandes de res como los de la cadera o rodilla, así como los del tuétano. De esta forma podemos tener un control sobre lo que come y no nos arriesgamos a que se asfixie con un hueso pequeño como los de pollo.
Conclusiones:
- Los huesos pueden ser ideales para entretener, jugar y de paso de gran ayuda para limpiar y fortalecer los dientes de nuestros perri-hijos. Pero, de ninguna manera, pueden ser considerados como su única fuente de alimento, aún cuando tenga algo de carne. Los beneficios nutricionales de los huesos provienen principalmente de los tejidos blandos adheridos a ellos, no de los huesos propiamente pero deben ser brindados a nuestras mascotas de manera adecuada y combinada con otros alimentos que hagan completa su nutrición.
- Si quieres premiar a tu mascota con algo o brindarle algo para entreterse, toma en cuenta las recomendaciones sobre los tipos y tamaños de huesos o, mejor aún, opta por uno - o varios - de nuestros treats y jerkies, muchos de ellos son de larga duración, ideales para que tu perri-hijo se entretenga un bueeen rato y a la vez se pueda ver beneficiado de las propiedades nutricionales de cada uno.