¿Por qué los perros no pueden comer dulce?

¿Por qué los perros no pueden comer dulce?

Hay muchas personas a quienes nos gusta compartir todo o casi todo con nuestros perri-hijos, especialmente a la hora de comer. Y es que a veces ver esa carita tan tierna nos hace imposible no compartirles un poquito de lo que estemos comiendo (siempre y cuando no sea tóxico para ellos, por supuesto).

Pero, por más carita adorable que nos pongan, debemos saber que hay alimentos que simplemente NO les podemos dar y uno de ellos son los dulces y azúcares. 

¿Por qué los perros no pueden comer dulces?

Cuando hablamos de dulces, nos referimos a aquellos productos que contienen grandes cantidades de azúcar, especialmente la procesada, o de endulzantes artificiales. Sin embargo, el consumo continuo de algunos endulzantes naturales, como la miel o la panela, también tiende a ser dañinos para su organismo.

El azúcar es un alimento que debe evitarse puesto que puede causar obesidad y en algunos casos diabetes. En ambos casos se pueden generar complicaciones a largo plazo, como la famosa pérdida de visión.

En el caso de los alimentos sin azúcar hay que tener un especial cuidado con aquellos que cuentan con Xilitol, un edulcorante que se suele usar en chicles, pastas de dientes, caramelos y en algunas recetas de mantequilla de maní (si eres de los que le compra esto a su perri-hijo, no olvides revisar bien los ingredientes). El Xilitol puede causar vómitos, convulsiones, letargo, falta de coordinación, deterioro de encías y en casos graves hemorragias internas. También puede causar que el páncreas libere más insulina de la necesaria.

Eso sin contar que existen algunos dulces que son realmente tóxicos para los perri-hijos. Por ejemplo, el chocolate, los dulces a base de café o el té. Esto se debe a las altas concentraciones de una sustancia llamada teobromina; cuando esta se acumula, causa la sobreexcitación del sistema nervioso y circulatorio, así como la aceleración de la destrucción celular.

 

Desde un punto de vista médico, esto es lo que sucede:

Debido a que el sistema digestivo de los perros es diferente al nuestro, y en especial porque tienen un intestino más corto, los perros no pueden metabolizar las vitaminas o azúcares con rapidez. Como consecuencia, terminan acumulándose en el cuerpo.

De igual forma, los perros no deben comer dulce porque tampoco tienen muchas de las enzimas que a los humanos nos ayudan a procesar alimentos como las grasas o la glucosa.

Posibles consecuencias

Como explicamos antes, existen varios motivos por los que los perros no deben comer dulce. La acumulación de azúcares en el organismo de los perros puede generar afecciones como:

  • Diabetes: consiste en un incremento en la cantidad de azúcar en la sangre que puede presentarse incluso con el consumo continuo de pequeñas cantidades de dulce.
  • Alteraciones en la sangre y sistema circulatorio: el azúcar produce una excitación del sistema circulatorio y puede tener repercusiones en el corazón del animal.
  • Problemas de dientes y encías: el consumo de azúcares acelera la aparición de caries y daña los delicados tejidos de las encías, lo que provoca que el perro padezca de mal aliento, pérdida de dientes y acumulación bacteriana en la boca.
  • Pancreatitis: el consumo de azúcares provoca que el páncreas realice una producción excesiva de enzimas digestivas para poder metabolizar la glucosa. Con el paso del tiempo, esta producción termina inflamando el páncreas y generando afecciones serias en la salud del animal.
  • Daños en el sistema nervioso o digestivo: debido a la producción excesiva de enzimas digestivas, se produce un sobreesfuerzo de los órganos del sistema digestivo; esto es especialmente perjudicial para el estómago —puede desarrollar gastritis o úlceras— y el intestino.
  • Obesidad: debido al alto contenido calórico que tiene el azúcar, lo más común es que se genere un aumento en el peso del animal. La obesidad canina es un problema grave, no solo porque genera problemas musculares y articulares, sino porque causa graves daños en el sistema circulatorio y respiratorio; todo esto reduce su expectativa de vida y genera problemas que pueden derivar en la muerte.
  • Muerte por envenenamiento: como apuntamos antes, esto sucede en casos extremos, cuando el animal ha consumido cantidades muy significativas de dulce.

Alimenta bien a tu mascota

Por todo lo explicado anteriormente y como bien decíamos al inicio de este artículo, una pequeña cantidad de azúcar no le hará daño a tu perro. Y, a menos que coma una cantidad exagerada, tu mascota no caerá muerto de inmediato al probar un poco de dulce pero te invitamos a reflexionar sobre el sentido de proporcionarle alimentos que pueden terminar dañándolo a largo plazo.

Si quieres darle algo dulce opta por verduras como la zanahoria o frutas. Estas proporcionan un suministro de azúcar que, en las proporciones justas, no le hará daño a tu mascota. Y si eres de las madres que le gusta celebrarle los cumpleaños, te invitamos a probar nuestro delicioso Pancho's Cake, un pastel hecho 100% para las necesidades de tu perri-hijo.

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