Probablemente, si estás leyendo este artículo, ya has bañado alguna vez a tu perro.
Pero aún en este caso, ¿has aprendido a hacerlo bien? Porque un correcto baño canino también tiene sus secretos... y muy, muy importantes. No se trata sólo de la higiene sino también de la salud de tu perro.
Y también puede tener sus complicaciones: a tu fiel amigo ¿le gusta el baño o lo detesta? El baño puede ser entonces un momento placentero o estresante.
Además… edad, raza, tamaño, enfermedades pre-existentes. Todo hay que tener en cuenta para un adecuado baño nuestra queridísima mascota.
Sea el caso que fuere, desde Pancho’s Kitchen, aquí te brindamos una serie de consejos para que el imprescindible baño de tu perro sea…
¡Una “Misión Posible”, exitosa y saludable!
Porque te queremos … y queremos a tu fiel amigo
Entonces … ¡allá vamos!
1. Cómo lograr que tu perro no rechace el baño
Si tienes la dicha de ser uno de esos padres/madres caninos a cuyo perro le encanta el baño, pues aprovéchalo, eres un afortunado.
Aunque debes saber que aunque le guste, un grado de estrés siempre va a desarrollar tu perro durante el baño.
Pero si no tienes esa fortuna, hay algo más en lo que debes educar a tu perro… ¡y de verdad que puedes lograrlo!
Sí, porque así como debes establecerle rutinas para comer, dormir, salir a pasear, hacer sus deposiciones, etc., también el baño requiere de una rutina y un "ritual”.
Tu escurridizo amigo debe aprender que periódicamente será bañando por ti.
Según los expertos, el miedo al agua de los perros no está en su naturaleza sino que fue adquirido por una experiencia desagradable del pasado. Y el perro asocia el baño con esa experiencia.
Pero usando algunas técnicas de acuerdo al carácter del perro, y con tu paciencia y destreza, progresivamente puedes lograr que tu escurridizo amigo, primero, no huya despavorido cuando se dé cuenta que llegó la hora de un baño.
Y con el tiempo… hasta lo disfrute.
Para ello, ten en cuenta los siguientes tips:
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Comienza a jugar con tu amigo antes de baño y de a poco acerca el juego al lugar del baño.
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Ya en la bañera continúa jugando con él con los mismos juguetes.
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Los lugares de baño cerrados y reducidos pueden angustiar más a un perro, especialmente si sufre de claustrofobia. Procura que no sienta ese encierro: abre la puerta, cortinas o mamparas del baño.
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Coloca una alfombra de plástico en el piso de la bañera. Le dará más seguridad de no resbalarse.
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No lo duches: el ruido del agua a presión aumentará sus temores.
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Utiliza un recipiente para verterle el agua de a poco y suavemente.
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Muéstrale cariño a tu perro. Acarícialo, háblale con un tono de voz que no muestre impaciencia o enojo.
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También puedes darle algún premio comestible que le sea muy sabroso.
Con trucos de este estilo y con tu habilidad para aplicarlos, tu estresado amigo irá olvidando sus temores e irá asociando el baño con una experiencia agradable.
Si a pesar de todos tus esfuerzos y paciencia el perro rechaza el baño y consideras amarrarlo, hazlo con el mismo collar con el que pasea habitualmente (previo lavado del mismo) porque es algo que le es familiar y que asocia con uno de sus momentos más felices.
Pero no uses cuerdas ni nada que pueda dañarlo.
Y en estos casos, con más razón, ten paciencia y transmítele tranquilidad y cariño. Esto es siempre importante para el perro, más aún en momentos de estrés como un baño no querido.
Si esta situación se torna muy estresante para ambos, es mejor dar por terminado el baño y continuar en otro momento. Algunos perros que necesitan varios días para poder soportar y completar un baño.
En última instancia, considera llevarlo a un lugar especializado donde bañen perros o consulta a su veterinario.
2. Cada cuánto tiempo bañar a un perro
Bueno, no hay duda que la mejor señal de que tu perro necesita un baño es cuando no huele bien.
Procura no dejar que pase mucho tiempo en este estado: puede deberse a suciedad, humedad, bacterias, etc., cosas que no le hacen bien al canino más allá del olor en sí mismo.
Pero, en general, no hay reglas fijas para ello.
Como en el caso de las personas, en verano puedes bañar a tu perro con mayor frecuencia y en invierno con menor.
También, debes tener en cuenta que el problema no es el contacto frecuente con el agua sino con el champú, con el cual no se debe abusar como veremos más adelante.
Algunos criterios que te permitirán definir una frecuencia adecuada de baño son los siguientes:
Su raza
Sí, porque dos de las características que diferencian las razas es la piel y el pelo. Los canes de pelo largo necesitarán una asiduidad mayor de baño que las de pelo corto.
Su piel
Si tu perro tiene alguna enfermedad dérmica, es conveniente que consultes a tu veterinario sobre la frecuencia adecuada para su baño, como así también los productos a usar en su higiene.
Su habitat
Un perro que vive en el campo o en algún lugar donde pase mucho tiempo en el exterior de la casa, requerirá una mayor frecuencia de higiene que aquel que vive en un apartamento o una casa de ciudad.
Un buen baño es sinónimo de salud para tu perri-hijo, Como una buena alimentación.
Y aquí tienes la mejor… ¡sana y natural!
3. El lugar de baño
Debes definir un lugar de baño que, dentro de lo posible, puedas mantener siempre, como el lugar para comer y hacer sus evacuaciones. Usualmente será el baño y su bañera.
Pero si se trata de bañar a un perro de raza peqeuña o cachorro, la bañera común puede ser muy grande para él e incómoda para ti. En su lugar puedes usar el lavabo o una palangana.
Logra que sea un lugar cálido, ya sea por la entrada de sol o por un artefacto de calor, según la temperatura del momento.
Es importante que el lugar sea cómodo para ti, que no tengas que adoptar una posición incómoda, riesgosa, o que no te permita estar relajado.
4. Los aprestos previos
Antes de comenzar con el baño, prepara todo lo necesario para completar el baño de punta a punta: jabón, champú, secador, toallas, peine, juguetes y… ¡Algunos Premios!
Sí, porque siempre es importante premiar los buenos comportamientos perrunos, como con algo rico para comer: una golosina buena y sabrosa. Lee nuestro artículo 10 alimentos muy recomendados para tu perro para conocer los alimentos que puedes usar para premiar a tu aprendiz canino.
Para asearlo puedes usar jabón y/o champú. Convenientemente ambos… ¿por qué?…
Ya te explicaremos. ¡Continúa leyendo!
Sea jabón y/o champú ambos deben ser específicos para perros y los puedes adquirir en las veterinarias.
Pero hay perros que pueden ser alérgicos incluso a este jabón especial para ellos. Un buen sustituto es el jabón neutro que no tiene aditivos químicos y es uno de los mejores productos de limpieza para combatir la proliferación de bacterias.
El champú también debe ser especial para perros ya que el PH de éstos es distinto al del ser humano. Y además es antialérgico y antipulguicida. ¡No uses champú para humanos!
También el champú debe ser adecuado para el tipo de piel y pelo de tu peludo amigo, o si tiene alguna enfermedad de la piel, como dermatitis atópica. Consulta al veterinario cuál le conviene más para evitarle daños en su piel.
Y nunca, nunca uses detergentes para bañar a tu sensible amigo, de ningún tipo, ni para ropa ni para platos.
5. El agua
No debe estar muy caliente (para no quemar su piel sensible) ni muy fría (para no causarle espasmos).
Es decir, utiliza agua a temperatura templada (entre 37° y 39° aproximadamente).
Échale el agua de abajo hacia arriba: comienza por las extremidades, luego por el cuerpo, la zona lumbar y sigue de poco hasta la cabeza de tu expectante amigo. Así irá ganando en seguridad y tranquilidad.
Ten en cuenta de lavar muy bien sus patitas (es lo más expuesto a suciedad e impurezas) y con mucho cuidado, sin cepillos (simplemente con tus manos) o con uno muy suave.
6. El jabón y el shampoo
Es conveniente (no obligatorio) usar ambos.
Primero el jabón, para eliminar la suciedad y grasitud del pelo. Y luego el champú, para darle brillo y un buen aroma al pelo, y terminar de higienizar.
También es conveniente usar jabón para no exceder en el uso de champú. Aunque éste sea específico para canes, con el tiempo podría afectar la capa que protege su piel.
Cuando hayas mojado bien todo su pelo, aplica el jabón en el pelaje de tu perro, frotando suavemente su cuerpo, enjuágalo y luego aplica el champú.
7. Las zonas sensibles
Los oídos y los ojos son zonas especialmente sensibles de nuestro querido compañero de aventuras.
Respecto de sus oídos, evita que penetre y se acumule agua en ellos porque podría causarle otitis. Para más seguridad, puedes usar tapones para perros o algodón.
Respecto de sus ojos, evita que el jabón o el champú entren en ellos. Si esto sucediera, enjuágalos con abundante agua, ya que puede provocarle enfermedad en sus ojos. Y consulta con su veterinario a tiempo.
8. El enjuague y secado
Después de enjabonar y “enchampunear” a tu perro, enjuaga bien todo su pelo con abundante agua, y repite el enjuague para evitar que queden restos de jabón o champú.
Para secarlo, usa primero la toalla, sécalo bien y luego cepilla su pelo. Es muy importante secar bien las zonas más sensibles a desarrollar dermatitis, también las que tienen mayor cantidad de pelo, y las que forman pliegues. Nuevamente, consulta a tu veterinario ya que estas cuestiones dependen de la raza de tu canino.
Es decir, es importante que no quede humedad ni en su piel ni en su pelo. Y para ello, lo ideal es un toque final con un secador. Pero … échale aire templado, no caliente.
Si no están acostumbrados, el ruido del secador puede resultarles molesto a algunos perros. ¡Usa tu astucia!: algunos días antes del baño acostúmbralo al ruido y al aire del secador.
Si no tiene o no puedes usar secador, crea un ambiente cálido en el baño con algún artefacto de calor y deja a tu perro allí un rato hasta que consideres que está bien seco.
9. El peinado
¿Por qué no? Para que quede más bonito, él y su pelo.
Para ello puedes comprar un peine especial en la veterinaria. Y el mismo veterinario puede enseñarte cómo peinar a tu perro, para que aprendas a quitarle los pelos que está eliminando y… quede más bonito.
10. ¡Y la recompensa!
Tu ahora limpio amigo va a salir de su baño cansado y con hambre, y tal vez algo estresado aunque le haya gustado.
Será la mejor oportunidad de darle algo de comer que le guste mucho y que lo interprete como premio por haberse dejado bañar y comportado bien.
¡Y aquí tienes la mejor recompensa para tu perri-hijo!
Bonus track: el baño de los cachorros
No hay nada mejor para el baño de un perro que acostumbrarlo desde pequeño.
Como el miedo al agua no está en su naturaleza, desde pequeño no tendrá temor.
Pero igual, siempre hazlo con mucho cuidado y cariño, y no descuides los aspectos que recién te aconsejamos.
Pero consulta con tu veterinario cuándo puedes empezar a bañar a tu perro bebé.
Por lo pronto, no debes hacerlo antes de haber finalizado su plan de vacunación, ya que un enfriamiento en su etapa de crecimiento podría afectar su sistema inmunológico y quedar expuesto a enfermedades serias.
Pero si un baño fuera impostergable, haz todo lo necesario para evitar que se enfríe: créale un ambiente cálido en el ambiente, sécalo muy bien y quédate un rato allí con él.
También, para evitar un baño prematuro de tu cachorro, puedes lavarlo en seco o usar toallas higiénicas.
En conclusión…
El baño es fundamental para los perros, no sólo por su salud y bienestar, sino también por ti y tu hogar. Y con paciencia, conocimientos previos y mucho cariño puedes lograr que el baño sea…
Un momento gratificante para ambos ¡y que sirva para quererse más!
Déjanos tu pregunta, comentario o historia
Si quieres saber más sobre cómo bañar a tu perro, o quieres hacer un comentario, o contarnos tu experiencia o anécdota con el primer baño de tu querido amigo (¡sería genial!), escríbela en los comentarios.
Esperamos que este artículo te haya sido útil ¡Hasta el próximo!
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Ricardo Barrera
Pancho´s Kitchen