Que nuestros perri-hijos sean felices y estén sanos es una de nuestras principales prioridades como mamás de mascotas. Cuidar de su salud y calidad de vida nos permite alargar su esperanza de vida de manera digna y poner disfrutar de su compañía por un largo rato.
La visita anual al veterinario complementada con buenos hábitos alimenticios, ejercicio físico, juegos y toneladas de amor a nuestras mascotas son de las principales acciones que podemos hacer para cuidar a nuestros perros. Y, nosotras en casa tenemos formas de identificar cómo se encuentran nuestros amados perri-hijos y poder detectar cualquier problema de manera temprana sin tener que esperar a la visita anual y e ir al veterinario antes si fuera necesario.
Desde el blog de Pancho's Kitchen te queremos contar 10 señales de que tu perro tiene buena salud:
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PIEL: Cuando la piel de tu perri-hio está sana, esta se muestra con un aspecto suave y flexible. Además no tiene costras, bultos, exceso de pil muerta o áreas rojas. Por lo general el color de la piel es de color rosa pálido, café crema o negra pero todo va a depender de la raza de tu perro. Igualmente si tu perro tiene varios colores o e manchado, lo normal será que su piel también sea así.
Una vez a la semana puedes darle una revisada general a la piel de tu perro para descartar la presencia de parásitos y que no tenga heridas o manchas anormales. Además será una buena oportunidad para mimar a tu mejor amigo.
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PELAJE: A todas nos gusta que nuestro perri-hijo luzca un pelo brillante, sedoso y limpio. Las señales de buena salud en su pelaje justamente son esas características y también un pelaje sin caspa, calvicie, huecos o grasa excesiva. Parte fundamental de un buen pelaje es el cepillado; la frecuencia del mismo dependerá de si tu perro es de pelo corto o largo... pero cepillar a nuestras mascotas es clave para promover la buena circulación sanguínea, eliminar el pelo muerto y darte ese aspecto radiante que tanto nos gusta.
Ten presente que es normal que los perros boten más pelo de lo normal, esto sucede en ciertas épocas del año y se debe a que están mudando de pelo.
Si quieres leer más sobre este tema, te invitamos a leer:
¿Por qué mi perri-hijo bota mucho pelo?
¿Cómo cuidar el pelaje de mi perri-hijo?
- OREJAS: La piel interior de las orejas de nuestros perri-hijos deben de ser color rosa y se deben ver limpias. Es normal que tengan un poco de cera, pero esta no debe ser excesiva. Si notas que tu perro se rasca o sacude su cabeza con frecuencia, como si algo le molestara, puede ser señal de que tiene un problema en sus orejas, de igual manera si notas que las tiene hinchadas, rojas o escamosas.
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OJOS: Unos ojos brillantes son la primera señal de buena salud. En el caso de los perros mayores, si notamos sus ojitos opacos o nublados pueden ser señal de ceguera propia de su edad avanzada, sin embargo, debe ser revisada por su veterinario quien en cada caso particular podrá determinar el tratamiento adecuado.
En los perros es normal que ocasionalmente hayan lagañas o lagrimeo, pero como todo, no deben ser excesivas. El alrededor del ojo debe verse normal, sus párpados deben ser de color rosa (no demasiado pálidos) y no estar inflamados o con secreciones amarillas.
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NARIZ: El color de la nariz de nuestros perri-hijos puede variar de acuerdo a su raza y color de piel; algunos tienen su nariz negra, otros roza e incluso habrá quienes la tengan de varios colores.
Una nariz saludable tiene un color vivo y no pálido y sus secreciones nasales deben ser claras... nunca amarillentas, espesa, burbujeante, o desprender mal olor.
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BOCA, DIENTES Y ENCÍAS: Las encías sanas son firmes y de color rosa, negro, o con manchas, al igual que la piel del perro. Los perros jóvenes tienen dientes blancos suaves que tienden a oscurecerse con la edad. Para limpiar los dientes de tu perro puedes hacerlo a través del cepillado dental con productos adecuados para ellos (nunca uses pasta dental para humanos) y también con golosinas que son específicamente para promover su salud dental.
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TEMPERATURA: La temperatura normal de un perro va de los 38,3 a 39,2 grados centígrados. Algunos grados por encima de la temperatura de los seres humanos. Si un perro tiene fiebre, es probable que lo notes, no solo porque estará más caliente de lo normal, sino porque también estará decaído.
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RITMO CARDÍACO:
Los latidos de un perro varían en función de su tamaño. Un corazón normal late de 50 a 130 veces por minuto en un perro en reposo. Los cachorros y perros pequeños tienen velocidades más rápidas. Puedes notar que algo anda mal si percibes taquicardia en tu mascota o si está más agitado de lo normal. Ante estos casos es necesario llevarlo de inmediato con su veterinario.
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ORINA Y HECES: La orina debe ser de color amarillo claro. Las heces deben ser de color marrón y firmes. La mayoría de perros evacúan sus desechos varias veces al día (para las heces puede ser una, depende de cada perro) y todos los días. Si notas que sus heces están suaves o bien presenta diarrea, puede deberse a muchas razones por lo cual el veterinario será el mejor en determinar las causas y, por el contrario, si notas que le cuesta, pueda que esté estreñido o tenga algún tipo de obstrucción.
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PESO: La mejor manera de saber si tu perro tiene sobrepeso es palpar el área de la caja torácica. Debes ser capaz de sentir las costillas por debajo de la superficie de la piel.
Que este muy gordito o demasiado flaco son extremos que no son saludables para tu perri-hijo.
Con estos sencillos puntos puedes estar al tanto de cómo está tu perro en casa, estar atenta de él y revisarlo cada tanto es la mejor forma de darle seguimiento a su estado de ánimo y físico además de que te permite compartir mucho más con él.